La Asociación Peruana de Exportadores de Mango (APEM) propone que el Estado establezca la obligación de que los exportadores de esta fruta cumplan con los estándares planteados por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal), pues solo una mínima parte de los productores de mango de exportación lo hace. El resto afronta dificultades en la selección y venta de esta fruta a los mercados internacionales.
El Inacal aprobó días atrás una norma técnica que establece requisitos mínimos de calidad del mango fresco para su comercialización, aplicable a las variedades de la especie Mangifera Indica L: Kent, Tommy atkins, Haden, Keitt, Edward y Ataúlfo. Dicha norma establece requisitos como el que los mangos deben estar sanos, limpios y libres de cualquier materia extraña visible, poseer consistencia firme, entre otros.
El gerente general de APEM, Juan Carlos Rivera, señaló que antes de la aprobación de esta nueva norma, el Inacal ya contaba una, pero no la cumplen más que dos 2 de cada 10 agroexportadores de este fruto.
Esta situación resulta grave en el país debido a que la producción está fragmentada en un gran número de agroexportadores: las 34,000 hectáreas destinadas a este cultivo de exportación están divididas en 14,000 parcelas de distintos propietarios. “Al ser tantos productores, hay bastante necesidad de establecer un estándar”, sostiene
Debido a este incumplimiento, muchos de ellos pueden afrontar dificultades en la cosecha, pues no todos los mangos tendrán la misma calidad ni el mismo grado de maduración, lo que incrementa el trabajo de selección. Asimismo, ello ocasiona un mayor porcentaje de mermas, según APEM.
Otro efecto adverso se aprecia en la comercialización de los frutos en el exterior, pues muchas veces los agroexportadores ofrecen un contenedor de mango de cierta calidad y al recibir su pedido el comprador constata que el envío no cumple las características ofrecidas. “Puede suceder que se ofrece una fruta de categoría uno y luego resulta que es de categoría dos. Entonces, se ven afectados los precios y la reputación de los exportadores”, manifestó.
Por estas razones, opina que el Inacal y Senasa deberían establecer las normas técnicas de estándares de calidad como obligatorias para los exportadores.
“Para lograr el despegue de la exportación de mango, necesitamos el uso generalizado de estándares de calidad. Australia es un ejemplo de un país que cumple estándares de calidad de forma generalizada en la exportación de mangos y tiene mucho éxito. Lo mismo ocurre con las cerezas en Chile. Lo ideal es que aquí esta norma técnica tenga difusión, luego se acompañe con capacitación y finalmente hacerla obligatoria”, expresó Rivera.
Según las estimaciones de APEM, las exportaciones de mango de la campaña 2020/2021 alcanzarán las 200 mil toneladas, lo que representaría una caída de 15% en comparación con los volúmenes de la campaña anterior (234,000 t).