Las buenas noticias excederán a las malas en cuanto a crecimiento global este año, lideradas por la recuperación en varias de las economías más grandes de América Latina, un repunte en Estados Unidos, y la fortaleza continuada de China e India.

Se prevé que 62 economías mejoren en comparación con el año pasado, mientras que 33 experimentarán un deterioro, según un análisis de la más reciente proyección consensuada de Bloomberg.

Cerca de la parte superior de la lista se encuentran Argentina y Brasil, que se vaticina pasen de la contracción a la expansión, junto con Nigeria y Rusia —exportadores de energía— gracias a un repunte en el precio del petróleo desde un mínimo de 13 años en enero de 2016.

Si bien Venezuela se ubicó en primer lugar con la mayor mejoría económica —con 7,5 puntos porcentuales de 2016 y 2017— el país todavía enfrenta una profunda crisis económica, con alta inflación y escasez de alimentos y otros elementos básicos.

En cambio, el caso ejemplar en 2017 será Brasil, donde el crecimiento ha repuntado conforme el país se recupera de su peor recesión en un siglo. Golpeado por el mayor escándalo de sobornos en su historia, que causó el juicio político de la presidenta, Brasil ahora se está beneficiando del alza de los precios de las materias primas mientras el presidente Michel Temer intenta apuntalar las cuentas del país e impulsar la actividad del sector privado. Una dinámica similar se registra en Argentina, donde se prevé que el crecimiento se acelere por más de 5 puntos porcentuales este año, pero que probablemente será contrarrestado por una alta inflación.

Algunos países tienen menos para celebrar. En Islandia, se pronostica que el crecimiento caiga a 4% en 2017, de 7.1% del año pasado, junto con Rumania, un país proclive a las protestas, la España asolada por el desempleo y uno de los frecuentes blancos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: México.

Estados Unidos se encamina a un aumento respetable del crecimiento este año a 2.3%, en tanto los gigantes de los mercados emergentes, China e India, seguirán siendo la envidia del mundo —expandiéndose un 6.5% o más cada uno— aun cuando se vaticina que ambos se desaceleren marginalmente respecto de 2016.

La velocidad proyectada para el crecimiento en Sudáfrica puede ser ligeramente engañosa, ya que hay pocas señales de fortaleza subyacente en la economía y más bien un reflejo de lo malo que fue 2016 para el país, que lidió con una sequía histórica y huelgas laborales generalizadas.

Las mayores economías de Europa, por su parte, deberían aprestarse a una merma de su crecimiento ya deslucido, incluso el Reino Unido, que pronto comenzará las negociaciones del Brexit con la Unión Europea. La estrella sobresaliente del crecimiento en el continente es Francia, cuyas elecciones de 2017 serán analizadas de cerca como un momento crucial para la UE y la eurozona.