(Foto: Reuters)
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La nueva regulación surgida tras la crisis financiera del 2008 y los procesos de digitalización que vive el mundo están cambiando la manera en que se hacen negocios en el sector de gestión de patrimonios y de proveedores de productos financieros. Así lo destacó José Goldszmidt, head of Global Markets Latam BBVA, quien refirió que estas empresas financieras enfrentan nuevos desafíos.

“Ya no podemos ganar dinero tan fácil, hoy es mucho más complejo todo”, dijo. Para generar valor el negocio está evolucionando hacia una mejor segmentación de los clientes, detalló.

“Eso lo está haciendo toda la industria y la idea es llegar a conocer bien a cada cliente para poder entregarle una oferta personalizada”, añadió. BBVA también está poniendo énfasis en brindar un trading (compraventa de activos) electrónico, en el desarrollo de algoritmos de inversión y en mayor asesoría a sus clientes. La políticas monetarias expansivas de los bancos centrales de los países desarrollado han expandido de forma ‘brutal’ la liquidez en el mundo, según Goldszmidt.

En ese contexto, hay muchos profesionales y fondos dedicados a la administración de esos recursos. “Estas personas tienen necesidad de generar valor con el dinero, lo cual los lleva a salir a buscar oportunidades en los mercados”, detalló. La fuerte competencia y una mayor transparencia en la información se reflejan en menores márgenes de ganancia para los gestores de patrimonios y proveedores de productos financieros. A eso se suma un mundo convulso, con una guerra comercial entre EE.UU y China, y con bajas tasas de interés a nivel global, refirió.

Tasas a la baja

BBVA prevé que la tendencia descendente de las tasa de interés de las economías desarrolladas (como EE.UU. y Europa) continuará, lo que favorece a mercados emergentes, como el peruano. Por un lado, los activos emergentes, de mayor riesgo, atraen flujos de inversión que hoy están buscando mejores rendimientos, sostuvo José Goldszmidt. Pero también significan menores de costos de financiamiento para las empresas y familias de economías emergentes, agregó.

Sin embargo, explicó que los factores geopolíticos están haciendo que las menores tasas de interés no pesen como deberían. “Esta pesando más la incertidumbre que genera la guerra comercial; entonces tenemos aversión a activos de mercados emergentes y todo eso implica un poco más de riesgo”, indicó. Empero, Goldszmidt consideró que el presidente Donald Trump buscará llegar a un acuerdo con China para no poner en peligro su reelección el próximo año. “Pensaría que podría lograrlo en el primer trimestre del 2020”, estimó.

Proyectó que si la disputa comercial con China no se agrava en los próximos meses, el tipo de cambio cerraría el 2019 en un rango de entre S/ 3.35 y S/ 3.40. Y si la situación mejora, el dólar terminaría entre S/3.30 y S/ 3.35. A pesar de una ligera salida de capitales del país en la ultimas semanas, los inversionistas mantienen su confianza en Perú, dijo Goldszmidt. “Para el país es muy importante que se resuelva al guerra comercial y el ruido político local”, resaltó.

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