Fitch señala que la tensión política tiene impacto negativo de crecimiento económico de este y el próximo año (Foto: Andina).
Fitch señala que la tensión política tiene impacto negativo de crecimiento económico de este y el próximo año (Foto: Andina).

De acuerdo con el último Reporte Macroeconómico Especial del BCP, este año las economías emergentes pequeñas y abiertas (como Perú, Chile, Colombia) se verán beneficiadas por un mayor dinamismo de la economía mundial (FMI espera que el mundo crezca de forma sincronizada a su mayor ritmo desde 2011) así como mayores cotizaciones de materias primas (cobre: 27% a/a; zinc: 30% a/a; petróleo: 15% a/a y oro: 12% a/a).

Sin embargo, el Área de Estudios Económicos del BCP también advierte que los mercados financieros del mundo acumulan diferentes señales de alerta que pueden resultar en una sorpresa negativa, sumado a los riesgos geopolíticos y endeudamiento en China.

Al cumplirse el décimo aniversario de la Gran Recesión del 2008-2009 (GFC), los mercados financieros exhiben altos niveles de complacencia: el VIX en mínimos históricos, ratios de valorización del equity estadounidense en máximos no vistos desde la burbuja tecnológica del 2000, spreads entre papeles con grado de inversión y papeles basura en mínimos desde la burbuja inmobiliaria del 2007, rally generalizado de los commodities, entre otros.

El rol de los Bancos Centrales

La divergencia entre el valor fundamental del activo y su precio habría sido exacerbada por la política monetaria ultra expansiva de los principales Bancos Centrales (BC) del mundo (FED, ECB y BoJ) durante la última década (tamaño de los activos en sus hojas de balance suman US$ 14 billones).

Ravi Menon, presidente del Banco Central de Singapur, recientemente nombrado como el mejor banquero central del Asia-Pacífico dijo en oct-17: “todos están excesivamente enfocados en lo que los bancos centrales están haciendo y eso no es bueno en términos del estado de la economía. Estas instituciones deberían estar en la parte posterior de la foto”.

La calma que genera un entorno de activos financieros al alza (equity, renta fija y commodities) ha evitado recordar que estamos en una era sin precedentes. No se sabe a ciencia cierta qué efecto tendrán las estrategias de salida de los BC durante los próximos años ya que no existen antecedentes en la historia económica moderna.

Estudios empíricos (Taylor 2009, BIS 2015) sugieren que la política monetaria tiene un potente impacto en el apetito por riesgo y percepción de riesgo (el “risk-taking cannel”). Mantener las tasas de interés bajas por mucho tiempo estimula a los inversionistas a invertir en activos de alto rendimiento, y por tanto, a aceptar mayores riesgos.

Según Stephen Roach, ex economista jefe de Morgan Stanley Asia, el compromiso de la FED de normalizar las tasas de interés gradualmente podría establecer los cimientos para otra devastadora crisis financiera.

Recién luego de casi diez años, en oct-17, la FED ha empezado a reducir de forma bastante gradual su hoja de balance al suspender su programa de reinversión del principal de los activos que vencían en su portafolio. El tamaño de la hoja de balance se ha reducido en US$ 24 mil millones desde entonces y permanece en niveles bastante elevados (US$ 4.4 billones, 28% del PBI).

El FMI estima que la reducción del tamaño de la hoja de balance de la FED recortará los flujos a mercados emergentes (EM) en US$ 55 mil millones en los próximos dos años. Los flujos de capital hacia EM podrían ser menores en otros US$ 15 mil millones más si la tasa de la FED sube en línea con el estimado del FMI (por debajo de 3% hacia finales del 2019).

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