Redacción Gestión

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Nueva York (Reuters).- China ahora puede eludir a Wall Street a la hora de comprar deuda del Gobierno de Estados Unidos y acudir directamente al Departamento del Tesoro, en la primera relación directa del Tesoro con un gobierno extranjero, según documentos a los que tuvo acceso Reuters.

La relación significa que el Banco Popular de China compra deuda de Estados Unidos utilizando un método diferente al de cualquier otro banco central en el mundo.

Los otros bancos centrales, incluido el Banco de Japón, que tiene un enorme apetito por los bonos del Tesoro, ponen órdenes para comprar deuda estadounidense a través de las grandes instituciones financieras de Wall Street designadas por el Gobierno como operadores primarios. Esos operadores luego ofrecen a su nombre en las subastas de deuda.

China, que tiene 1.17 billones de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos, aún compra algunos papeles a través de operadores primarios, pero desde junio del 2011, esa ruta no ha sido necesaria.

Los documentos vistos por Reuters muestran que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha dado al Banco Popular de China un enlace computacional directo a su sistema de subastas, que los chinos utilizaron por primera vez para comprar bonos a dos años a fines de junio del 2011.

China ahora puede participar en subastas sin poner ofertas a través de operadores primarios. Si quiere vender, sin embargo, aún debe hacerlo a través del mercado.

El cambio no fue anunciado de manera pública ni en ningún mensaje a los operadores primarios. "Las ofertas directas están abiertas a un amplio rango de inversores, pero como tema de política general nosotros no comentamos sobre oferentes individuales", dijo Matt Anderson, un portavoz del Departamento del Tesoro.

Si bien no hay una prohibición a que los gobiernos extranjeros oferten directamente, las facilidades que el Tesoro ha dado a China son únicas. Las ventas del Departamento del Tesoro de deuda de Estados Unidos a China se han vuelto parte de un debate público políticamente cargado sobre el papel de Pekín como el mayor exportador a Estados Unidos y también el mayor acreedor del país.

El privilegio podría ayudar a China a obtener deuda de Estados Unidos a un mejor precio, al mantener en un nivel mínimo el conocimiento de Wall Street sobre sus órdenes.

Los operadores primarios no tienen permitido cobrar dinero a sus clientes para ofertar a su nombre en las subastas de bonos del Tesoro, así que China no está ahorrando dinero mediante la eliminación de comisiones.

En cambio, China está manteniendo el valor de información específica sobre sus hábitos de oferta. Al ofrecer directamente, China evita que los bancos de Wall Street intenten explotar su enorme presencia en una subasta específica para hacer subir el precio.

Es una de varias cortesías que se dan a un comprador de una clase única en términos de su poder compra. Aunque Japón, por ejemplo, posee cerca de 1.1 billones de dólares en bonos del Tesoro, sus compras han sido menos centralizadas.

Las compras de Japón se dividen entre instituciones, incluidos fondos de pensiones, grandes bancos nipones y en Banco de Japón, sin que una entidad sea dominante.

No es la primera vez que el Tesoro ha realizado esfuerzos por mantener a sus mayores clientes contentos.

En el 2009, cuando funcionarios del Tesoro descubrieron que China estaba utilizando acuerdos especiales con operadores primarios para ocultar sus compras de deuda estadounidense, el Tesoro cambió una norma para prohibir esos acuerdos, informó Reuters en junio pasado. Pero al mismo tiempo flexibilizó un requisito de reportes para que los chinos se sintieran más cómodos con la enmienda.

Otro rasgo de la relación de negocios entre China y Estados Unidos es la discreción: El Tesoro intentó mantener oculta su motivación para el cambio de norma del 2009, informó Reuters.

Documentos que tratan con la nueva condición de China como oferente directo nuevamente muestran el deseo del Tesoro por mantener el secreto, en términos de Wall Street y su nuevo cliente de ofertas directas.

Para protegerse contra piratas, funcionarios del Tesoro mejoraron el sistema que permite a China tener acceso al sistema de ofertas.