Como señal del entusiasmo de latinoamericanos adinerados por invertir en el extranjero y escapar de la incertidumbre política y económica de sus países de origen, inversionistas de la región respaldaron la compra de hoteles básicos en Estados Unidos por US$ 215 millones por parte de una firma de administración de inversiones de Colorado de un fideicomiso inmobiliario canadiense.