“Lo que está claro es que el mundo necesitará mucha más energía en las próximas décadas”, indica en el documento el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo. (Getty Images vía BBC)
“Lo que está claro es que el mundo necesitará mucha más energía en las próximas décadas”, indica en el documento el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo. (Getty Images vía BBC)

La industria petrolera requerirá unos US$ 10.6 billones para satisfacer la demanda a nivel mundial hasta el 2040, un objetivo que sin embargo ve en riesgo ante los inciertos efectos de la lucha contra el .

Así lo advirtió la (OPEP) en su informe anual “Previsiones Mundiales de Petróleo 2019” (WOO, en sus siglas en inglés), que actualiza la perspectiva a medio y largo plazo.

“Lo que está claro es que el mundo necesitará mucha más energía en las próximas décadas”, indica en el documento el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo.

Esta visión se basa, entre otros, en el esperado aumento de la población mundial -en 1,600 millones de personas en algo más de dos décadas (de 7,600 millones en el 2018 a 9,200 millones en el 2040)- y en que la economía mundial "se duplicará en el mismo periodo".

Además, aún hoy hay más de 1,000 millones de personas sin acceso a la electricidad y 3,000 millones sin combustibles limpios para cocinar.

La OPEP estima que la demanda energética primaria aumentará un 25% entre el 2018 y 2040, y, si bien las fuentes alternativas serán las que registren el mayor crecimiento porcentual, el petróleo y el gas todavía serán necesarios para cubrir cerca de la mitad de las necesidades de energía hacia el final de ese período.

"Sin embargo, en el frente político, la industria está preocupada ahora por políticas que pueden tener un impacto negativo en las inversiones", entre las que destacan las relacionadas con el cambio climático, advierte el secretario general.

Si bien los países miembros de la OPEP “están totalmente comprometidos a hacer las inversiones necesarias para mantener a los consumidores bien abastecidos”, deben al mismo tiempo diversificar sus economías, un difícil reto dada su elevada dependencia de los ingresos petroleros.

“Es importante enfatizar que la OPEP está totalmente comprometida y apoya el Acuerdo de París..., pero también creemos que la industria petrolera debe ser parte de la solución al desafío del cambio climático”, indica.