GNL
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La locura que hace subir los precios del licuado (GNL) cuando la demanda crece en el invierno del hemisferio norte está totalmente desatada.

Después de un invierno en el que un aumento inesperado de la demanda de elevó los precios hasta máximos de tres años, el GNL de contado en el noreste de Asia se desplomó un 30% desde su pico de mediados de enero.

Las caídas de verano y los picos invernales están a la orden del día, al menos por dos años, dijo Pablo Galante Escobar, responsable de GNL en Vitol Group, una comercializadora de materias primas que trabaja con GNL.

“La estacionalidad se acentuará mucho más”, dijo Galante Escobar en la International Petroleum Week en Londres. “Con el rol tan grande de China en el mercado, tendremos veranos flojos e inviernos fuertes”.

China, que aumentó un 46% las importaciones de GNL el año pasado al volcarse al gas natural para combatir la , no cuenta con las plantas de almacenamiento que podrían suavizar las oscilaciones de los precios entre el invierno y el verano.

La producción global en alza combinada con una demanda limitada o en baja en los mercados de verano tradicionales podría exacerbar dichos movimientos.

Durante los próximos dos veranos, habrá “muchísima presión” sobre los precios en tanto llega GNL adicional de Australia, los Estados Unidos y Rusia, dijo Escobar. Yamal LNG, una planta del norte de Siberia que comenzó a exportar en diciembre, también incidirá en esto, dado que los buques petroleros tomarán la ruta más corta hacia Extremo Oriente a través de la Ruta del Mar del Norte entre junio y noviembre, fijando los precios en la región con mayor consumo.

Sumado a esto, los planes de Egipto destinados a frenar las importaciones de GNL este año gracias a una producción local en auge llevarán al mercado a “una sobreabundancia estructural, sobre todo en los meses de verano” durante los próximos dos o tres años, dijo.

Se prevé que el excedente de GNL se mantenga hasta al menos 2022, dijo en una entrevista Tor Martin Anfinnsen, vicepresidente primero de la empresa noruega Statoil ASA. La estacionalidad dependerá de la expansión del uso del combustible en la generación de electricidad antes que de su uso más tradicional y dependiente del clima en la calefacción, agregó.

Obviamente, los precios más baratos en el verano del hemisferio norte serán bienvenidos por los compradores de Sudamérica, así como también en Oriente Medio y el sur de Europa donde el combustible se utiliza para satisfacer la demanda de generación de electricidad para la refrigeración. También pueden beneficiarse otros, en tanto países como Lituania observan con atención el GNL estacionalmente más barato.

“Este es un negocio estacional y depende claramente de ciertos factores que son difíciles de predecir, sobre todo la demanda en Extremo Oriente”, dijo Franco Magnani, director de comercialización y transporte de la empresa italiana Eni SpA. “Nos parece un mercado muy interesante en cuanto a comercialización, hay lugar para la optimización”.

Es probable que el impacto de China en la estacionalidad no dure demasiado, ya que el país construirá rápidamente almacenamiento, dejando al clima como factor dominante, dijo Melissa Stark, directora ejecutiva de Energía y Empresas de electricidad en Accenture Plc.

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