(Foto: Reuters)
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Las buenas noticias para los minoristas de Estados Unidos es que la temporada de compras navideñas que acaba de terminar fue probablemente la mejor en una década. ¿Las malas noticias? Algunas cadenas todavía tienen dificultades para beneficiarse del repunte de la industria.

Las buenas noticias para los minoristas de Estados Unidos es que la temporada de compras navideñas que acaba de terminar fue probablemente la mejor en una década. ¿Las malas noticias? Algunas cadenas todavía tienen dificultades para beneficiarse del repunte de la industria.

Para las cadenas de los grandes almacenes y los vendedores de ropa, puede ser más difícil complacer a los inversionistas, lo que deriva en más conversaciones sobre el fin del mundo para el sector de los establecimientos físicos tradicionales.

"El dinero y las ventas se están concentrando en un número cada vez menor de jugadores", dijo Ken Perkins, presidente de la firma de investigación Retail Metrics. "Hay muchos vientos favorables detrás de estos minoristas, pero no están generando un gran crecimiento de los beneficios".

Las incertidumbres han impedido que los analistas de Wall Street sientan por completo la alegría de la Navidad. Estiman que las ganancias minoristas subirán apenas 2.7% en el cuarto trimestre, según Retail Metrics.

Las incertidumbres han impedido que los analistas de Wall Street sientan por completo la alegría de la Navidad. Estiman que las ganancias minoristas subirán apenas 2.7% en el cuarto trimestre, según Retail Metrics.

La pregunta ahora es si las empresas pueden superar esas bajas expectativas. Macy’s y J.C. Penney vieron caer sus acciones el año pasado, lo que deja margen para una recuperación si sus temporadas de fiestas fueran una agradable sorpresa.

Temporada espectacular
En términos generales, hay mucho por lo que los inversionistas pueden estar entusiasmados. Craig Johnson, director de Customer Growth Partners, predijo el mes pasado que las ventas navideñas aumentarían en 5.6%. Ese sería el mejor crecimiento desde 2005.

"La recuperación del negocio minorista esta temporada es casi perfecta", dijo Johnson. "Ha sido una temporada espectacular".

Aun así, el período de fiestas fue totalmente diferente al de 2005. Las cadenas en los centros comerciales cerrados, donde una parte importante son los grandes almacenes que están atravesando dificultades, siguen recibiendo un menor número de visitantes.

Esas disparidades se hicieron visibles en diciembre, según SpendTrend de First Data. Las ventas en tiendas comparables de grandes almacenes hasta el 25 de diciembre se redujeron en más del 6%. Las cadenas de ropa para hombre y mujer cayeron 1%. Mientras tanto, las tiendas de descuento, zapaterías, tiendas de electrónica y marcas de lujo, todas ganaron.

No hay "exceso de compras"
El comercio minorista también perdió una gran cantidad de gastos discrecionales. La industria ganó 3.1% en noviembre y solo 1.5% el mes pasado, según First Data. Las compras en general (incluidos los restaurantes, los supermercados y la gasolina) aumentaron 5.3% cada mes.

Los estadounidenses aún siguen alejados del consumo ostentoso, según Sarah Quinlan, vicepresidenta sénior de Mastercard, que hace un seguimiento de los patrones de compra. La gente está gastando en sus hogares, porque el valor de sus viviendas está subiendo y lo ven como una inversión. También están comprando más experiencias, como viajes y actividades, dijo. "No compran en exceso", dijo Quinlan. La gente está evitando "cosas que no necesitan".

Una variable es cuánto influyó la reciente reforma fiscal en las decisiones de los compradores.Aunque la legislación podría no haber marcado una gran diferencia para los consumidores durante las fiestas, podría ayudar a impulsar el gasto minorista en 2018 si los estadounidenses reciben más dinero en sus cheques de pago, dijo Johnson.

"Estos son todos los ingredientes necesarios para un auge minorista sostenido durante el próximo año y posiblemente hasta bien entrado 2019", dijo.