(Foto: Bloomberg)
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Las compañías mineras que pueden ofrecer un acuerdo de dos por uno a los fabricantes de baterías –cobalto más - buscan obtener una mayor tajada del auge global de vehículos eléctricos.

Los dos metales con frecuencia están presentes en los mismos yacimientos, lo que crea una oportunidad para las compañías mineras, y una serie de proyectos que se habían soslayado antes, en tanto el níquel se suma al cobalto como material de creciente importancia para las baterías. El acuerdo, sin embargo, tiene sus riesgos, ya que el procesamiento puede ser más caro y complejo.

La demanda de níquel crecerá conforme la búsqueda de un mejor desempeño de los vehículos eléctricos alienta un desplazamiento hacia una composición de las baterías con mayor contenido del metal.

En la actualidad los vehículos representan sólo el 2% de la demanda del níquel de elevada pureza, pero para el 2030 necesitarán más que el total producido el año pasado, dijo Bloomberg New Energy Finance en un informe de mayo.

No hay nuevas minas que proporcionen el tipo de níquel necesario para la próxima generación de vehículos, según Ardea Resources Ltd., que desarrolla un proyecto cerca de Kalgoorlie, en el oeste de Australia, que también producirá cobalto.

“El níquel es muy prometedor”, dijo Katina Law, presidenta ejecutiva de la compañía, que tiene sede en Perth. “Es un área en la que es probable que haya escasez en el futuro, un faltante de oferta que podremos cubrir”.

Además de Ardea, entre las firmas desarrolladoras se cuentan Australian Mines Ltd. y Clean TeQ Holdings Ltd. en Australia, así como la canadiense Royal Nickel Corp. BHP Billiton Ltd., la mayor compañía minera del mundo, también realiza pruebas que apuntan a la producción de sulfatos de cobalto y níquel, materiales utilizados en las baterías recargables.

Para el 2030 se multiplicará por 25 la demanda de baterías para autobuses y vehículos eléctricos de pasajeros, lo que augura un gran impulso para el cobalto, el níquel y una serie de otros metales, estima Bloomberg NEF.

Al mismo tiempo, existe el riesgo de que los planes de la industria automotriz puedan frustrarse como consecuencia de una falta de los materiales, según la firma consultora Wood Mackenzie.

Los productores de baterías buscan concluir acuerdos de suministro a largo plazo de níquel y habrá demanda de operaciones que puedan proporcionar múltiples materias primas para baterías, dijo Benjamin Bell, director gerente de Australian Mines, que en marzo pactó con SK Innovation Co. el suministro de sulfato de cobalto y de níquel de la mina que planea operar en Queensland.

“Eso facilita las cosas, ya que así su cadena de suministro depende de menos elementos imponderables”, dijo por teléfono. Australian Mines, que espera que sus ingresos por níquel y cobalto se igualen a largo plazo, negocia acuerdos de suministro para sus otros proyectos con, entre otros, productores de baterías de Japón y Corea del Sur, dijo Bell.

El mayor país productor de Cobalto, la República Democrática del Congo, se dispone a duplicar con creces su producción hasta el 2021 y es probable que el aumento de la demanda tenga la fortaleza suficiente para sostener la serie de proyectos globales que buscan entrar en producción a principios de la próxima década, dijo Michael Giblin, un analista de metales y minería en Londres de S&P Global Market Intelligence.