Tras retirar millones de barriles del mercado, los miembros de la OPEP consiguieron frenar la caída de los precios y ahora están reanudando con cautela la producción de oro negro, con incrementos mensuales. (Foto: Reuters)
Tras retirar millones de barriles del mercado, los miembros de la OPEP consiguieron frenar la caída de los precios y ahora están reanudando con cautela la producción de oro negro, con incrementos mensuales. (Foto: Reuters)

La , el cártel de países productores de liderado por y , se reunirá este jueves para decidir sobre un nuevo aumento de su producción ante la recuperación económica y para frenar el sobrecalentamiento de los precios.

Si la mejora de la demanda había motivado las últimas subidas, ahora el nivel de precios también guiará la decisión del grupo de productores, cuya estrategia iniciada en abril del 2020 en respuesta a la pandemia ha funcionado prácticamente muy bien.

Los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez aliados, a través del acuerdo OPEP+, decidieron limitar la producción para reconducir unos precios que se habían hundido por la falta de demanda.

Tras retirar millones de barriles del mercado, consiguieron frenar la caída de los precios y ahora están reanudando con cautela la producción de oro negro, con incrementos mensuales.

La estrategia está teniendo cierto éxito, ya que el Brent y el WTI, los dos contratos de referencia a ambos lados del Atlántico, cotizan en torno a los US$ 75 por barril por primera vez desde octubre del 2018.

Presión al alza

Esta situación empieza a ser un problema y Rusia debería presionar para aumentar la producción y “asegurar su cuota de mercado”, apunta el analista de Saxobank Ole Hansen.

Los precios altos son buenos para las arcas de los miembros de la OPEP+, pero también generan más competencia, ya que animan a otros actores, no sujetos a cuotas, a entrar en el mercado gracias a una producción que de repente se ha vuelto rentable.

La presión “para enfriar el mercado viene también de los grandes consumidores”, dice Warren Patterson, de ING.

Esto es especialmente cierto en el caso de India. El tercer consumidor mundial de petróleo, muy afectado por el COVID-19, está “instando al grupo de productores a recortar para atemperar la incipiente presión inflacionista”, señala Stephen Brennock, de PVM.

“Si los precios se mantienen en este nivel, se resentirán los ingresos disponibles de los consumidores y podrían frenar el crecimiento económico”, añade Fawad Razaqzada, de Thinkmarkets.

Los miembros de la OPEP+ tienen mucho margen para aumentar la oferta ya que en julio todavía dejarán de producir unos 5.8 millones de barriles diarios.

Los inversores apuestan por un pequeño aumento de producción de 500,000 barriles diarios con respecto a agosto.

Incertidumbre

Las perspectivas mejoran mes a mes. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) lo confirmó en su último informe de mediados de junio y predijo que la demanda mundial de petróleo superará los niveles anteriores a la pandemia a finales deL 2022.

Además, “los estadounidenses se están preparando para un verano de viajes”, dijo Jeffrey Halley, de Oanda, elogiando el progreso de las campañas de vacunación en todo el mundo.

Sin embargo, el cártel debe hacer concesiones a uno de sus miembros, Irán, actualmente fuera de juego por el embargo a su industria petrolera pero que podría volver a medio plazo si las negociaciones internacionales sobre su programa nuclear tienen éxito.