El gasto mundial en exploración y producción se desplomó en más de una quinta parte en 2016. (Foto: Reuters)
El gasto mundial en exploración y producción se desplomó en más de una quinta parte en 2016. (Foto: Reuters)

El precio del Brent volvió el lunes a niveles de 2014, el año en que el petróleo registró una dramática caída, después de que la OPEP y sus socios ignorasen las presiones de Donald Trump y decidiesen no abrir más el grifo.

El barril de Brent del mar del Norte para entrega en noviembre ganaba casi US$ 1.9, para situarse en US$ 80.67, hacia las 14:00 GMT en el Intercontinental Exchange de Londres tras haber subido hasta los US$ 80.94 en el inicio de las operaciones europeas.

Es su nivel más alto desde noviembre de 2014. Aquel año, el precio del crudo cayó de los US$ 120 por barril en junio a US$ 50 en diciembre, un derrumbe debido a la sobreproducción que tocó fondo a principios de 2016 cuando se llegaron a pagar US$ 30 por barril.

Las políticas de reducción de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) contribuyeron desde entonces a una recuperación de los precios.

El lunes, el mercado reaccionaba precisamente a una reunión de la OPEP y sus socios, incluida Rusia, celebrada el domingo en Argelia, en que una veintena de países responsables de más de la mitad de la oferta mundial de crudo decidieron no aumentar el bombeo, haciendo caso omiso a las presiones de Trump.

"¡Protegemos a los países de Oriente Medio, no estarían seguros mucho tiempo si no fuera por nosotros, y aún así siguen empujando para que el precio del petroleo suba y suba! ¡El monopolio de la OPEP debe hacer bajar los precios ahora!", había escrito el presidente de Estados Unidos en Twitter el jueves.

Trump, entre Irán y sus votantes

No obstante, el domingo en Argel el influyente ministro del petróleo saudita, Jalid al Falih, dejó la puerta abierta a un futuro aumento de la producción a raíz de la reducción del suministro que implicarán las sanciones de Estados Unidos a las exportaciones iraníes que entrarán en vigor en noviembre.

"Vamos a seguir vigilando de cerca [el equilibrio de oferta y demanda] y responderemos de modo adecuado en el momento adecuado", sostuvo Jalid Al Falih, que preside el comité encargado de supervisar los acuerdos de reducción de bombeo firmados por 20 países de la OPEP y productores externos al cártel en 2016.

Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos son los tres mayores productores de petróleo del mundo, pero solo los dos primeros son exportadores.

"Arabia Saudita y Rusia confirmaron que no aumentan la producción, y esto son malas noticias para el presidente Trump, quien quiere un petróleo más barato que es bueno para los negocios", considera David Madden, analista de CMC Markets.

"Los temores de que el suministro se vea afectado cuando las sanciones estadounidenses a Irán comiencen en noviembre están empujando los precios del petróleo hacia arriba", agrega.

Trump presiona así por un lado para que ningún país compre petróleo a Irán, tercer productor de la OPEP, mientras por el otro intenta frenar el consecuente aumento de los precios, que podrían disparar el coste de la gasolina e irritar a los votantes estadounidense a pocas semanas de las elecciones legislativas de medio mandato a principios de noviembre.

El lunes, el West Texas Intermediate (WTI), petróleo de referencia en Estados Unidos, para entrega en noviembre, se vendía a US$ 72.12 a las 14:30 GMT en Nueva York tras haber alcanzado su nivel más alto en dos meses, US$ 72.39, en el transcurso de la sesión de hoy.