Venezuela está cerrando una vez más estaciones de servicio en todo el país a medida que la escasez crónica de combustible se profundiza debido a crisis en las refinerías y sanciones que limitan las importaciones al país.
La estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) está racionando el combustible en todo el país, según una persona familiarizada con el asunto, que pidió no ser identificada porque la información no es pública.
La medida se deriva en parte porque dos de las más grandes refinerías del país han sufrido graves averías en las últimas semanas, al tiempo que las devastadoras sanciones del Gobierno de EE.UU. prohíben la venta de gasolina al país.
La escasez se ha profundizado luego de que Irán enviara a Venezuela cinco buques petroleros cargados de combustible en mayo y junio a Venezuela, lo que provocó que funcionarios estadounidenses emitieran advertencias a Teherán.
No se han recibido más envíos desde entonces. Irán también envió técnicos para ayudar a mejorar el estado de las refinerías del país, pero fue en vano.
Un portavoz de PDVSA declinó hacer comentarios.
Venezuela regresa a la misma situación que tenía en marzo, cuando los residentes de Caracas, generalmente los últimos en sentir la escasez de combustible, hacían fila durante días o pagaban hasta US$ 4 por litro para llenar sus tanques en el mercado negro.
Unas 950 de las 1,570 estaciones de servicio han estado cerradas o funcionan en un horario muy limitado, según una persona con conocimiento de la situación, que también pidió no ser identificada porque la información no es pública.
Ya se registran filas a pesar de una cuarentena de casi cinco meses que ha limitado severamente el transporte en todo el país.
El transporte público ha casi desaparecido y los trabajadores caminan incluso docenas de kilómetros para llegar a sus empleos. La situación también presenta una crisis logística, ya que 90% de los productos comerciales dependen del transporte por carretera para la distribución por el país.
“Nuestros servicios de carga se han ralentizado debido a una menor oferta de diésel en las estaciones de combustible en cinco estados”, dijo Jonathan Durvelle, jefe de la cámara de transporte de carga en Puerto Cabello, el puerto más grande de Venezuela.
Unos 3,000 camiones de carga afiliados ahora hacen fila durante 12 horas, lo que afecta la entrega oportuna de productos y aumenta los costos.
Manolo Ferraz, un agricultor de Bailadores en la región andina del país, funciona a pérdida.
“He botado cultivos de repollo, pimienta y zanahoria por la falta de gasolina para transportarlos a los centros de distribución”, dijo Ferraz. “He tenido que vender vacas de ordeño a mataderos”.
La región produce 85% de las verduras del país, según la federación agrícola Fedeagro.
Hace tres años, entre tres y cuatro camiones por día transportaban productos a áreas de distribución en el centro del país a 480 kilómetros de distancia. Ahora, solo dos o tres vienen por semana, según Ferraz.