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El repunte de los bonos ecuatorianos tras el referéndum del fin de semana sugiere que la crisis de seguridad que afecta a América Latina preocupa cada vez más a los inversionistas.
Los bonos subieron después de que los votantes de Ecuador aprobaron el domingo una serie de medidas de seguridad, aunque, al mismo tiempo, rechazaron las reformas económicas favorables a los bonistas. Ecuador encabeza la lucha de América Latina contra la expansión del crimen organizado, ya que la producción récord de cocaína y el aumento del consumo en regiones como Europa y Asia llevan a los traficantes a abrir nuevas rutas de exportación fuera de la región.
Ciudades portuarias como Guayaquil, en Ecuador, y Rosario, en Argentina, han experimentado un dramático aumento de la violencia en los últimos años. El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó en enero la salida del ejército a las calles en medio de una escalada de la violencia de las bandas.
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Los bonos argentinos también subían después de que el presidente Javier Milei anunciara un superávit fiscal trimestral, el primero del país desde 2008, luego de que su Administración recortara drásticamente las transferencias a los gobiernos provinciales, lo que provocó la suspensión de obras públicas y allanó el camino para que la inflación erosionara los salarios del sector público.
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Aunque Milei diagnosticó correctamente que el exceso de gasto público es un problema, existen dudas sobre si su terapia de shock será la cura. Sus políticas corren el riesgo de provocar un fuerte aumento de la pobreza mucho antes de que se evidencien beneficios, lo que le deja poco tiempo para posicionarse de cara a las elecciones de mitad de mandato de 2026.
La delincuencia y la seguridad son temas políticos cada vez más destacados en toda la región, dado que amenazan la gobernabilidad. El Salvador fue, por lejos, el prestatario soberano con mejor desempeño de los mercados emergentes el año pasado, mientras su presidente, Nayib Bukele, encerraba a decenas de miles de jóvenes sospechosos de pertenecer a bandas.
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