El precio del petróleo se hundió y los inversores buscaron refugio en activos como el oro y la deuda de los países más solventes. (Foto: d'archives/REUTERS/Lucas Jackson)
El precio del petróleo se hundió y los inversores buscaron refugio en activos como el oro y la deuda de los países más solventes. (Foto: d'archives/REUTERS/Lucas Jackson)

Los mercados de todo el mundo dieron hace un año el primer aviso serio de la magnitud y las consecuencias económicas que podría tener la entonces incipiente de coronavirus, una alarma que los hechos han confirmado.

El 24 de febrero del 2020, lunes, las bolsas europeas se desplomaron por la expansión del COVID-19 fuera de y la intensidad de la epidemia en Italia, una de las mayores economías de Europa.

El precio del se hundió y los inversores buscaron refugio en activos como el oro y la deuda de los países más solventes.

Ese fin de semana, el Gobierno italiano había suspendido el carnaval de Venecia y había cerrado las escuelas en Lombardía, Véneto y Piamonte.

Los fallecidos por la pandemia en Italia no llegaban entonces a la decena y el número de contagiados apena superaba los 200 pero los inversores ya auguraban una crisis global.

El 24 de febrero del 2020, el Ibex 35, el principal índice de la Bolsa española, descendió 4.07%, su mayor caída desde el referéndum sobre el Brexit, celebrado en junio del 2016.

Milán se desplomó un 5.43%; Londres, 3.34%; Fráncfort, 4.01%; y París, 3.94%. En Wall Street, el Dow Jones perdió 3.56% y registró su peor sesión en dos años.

Los precios del crudo bajaron casi 4% y el oro marcó su precio más alto en siete años.

En el caso de la Bolsa española, el escenario cambió radicalmente en pocos días. El 17 de febrero del 2020, solo una semana antes, el Ibex había superado los 10,000 puntos. Dos días después, el selectivo llegó a los 10,083 puntos, el nivel más alto desde el 2018 a pesar de que los primeros casos de coronavirus ya habían aparecido en Europa.

Lo ocurrido hace un año fue solo el primer aviso. El 12 de marzo, poco antes de que se declarara el estado de alarma en España, el Ibex se hundió 14% en la peor sesión de su historia.

En ese momento, la pandemia se extendía, comenzaban las medidas de confinamiento y los inversores todavía consideraban insuficientes las ayudas de los gobiernos y de los bancos centrales.

El 16 de marzo, el selectivo cerró en 6,107 puntos, el nivel más bajo del año. En menos de un mes, el Ibex había perdido casi un 40% de su valor.

Aunque el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal se pusieron en acción poco después, el Ibex registró en marzo el peor mes de su historia, con un descenso de 22%.

En los meses siguientes, el selectivo comenzó su recuperación apoyado en los procesos de desconfinamiento y, posteriormente, en los estímulos fiscales y monetarios.

Sin embargo, el verdadero impulso llegó con el desarrollo de las vacunas. El 9 de noviembre, el Ibex se apuntó la mayor subida en diez años, de 8.6%, por los resultados positivos de la vacuna desarrollada por y BioNTech.

El selectivo completó en noviembre del 2020 el mejor mes de su historia, con un avance de 25%, y reconquistó los niveles previos al estallido de la epidemia en Europa. Pese a ello, el Ibex está aún lejos de los 10,000 puntos, ya que ahora ronda los 8,200.

En ese tiempo, los precios del petróleo vivieron una montaña rusa, ya que se desplomaron con la expansión de la epidemia pero se fueron recuperando posteriormente hasta superar los niveles previos a la crisis.

El Brent, el crudo de referencia en Europa, bajó en abril hasta los US$ 19 por barril. El West Texas Intermediate (WTI), referente en Estados Unidos, llegó incluso a cotizar en negativo. Ahora el Brent ronda los US$ 65 y el WTI, los US$ 62.

En los mercados de deuda, los intereses de los países europeos periféricos, entre ellos España, se mantuvieron bajo control gracias a la intervención del BCE y a pesar del creciente endeudamiento.

El 11 de diciembre, la rentabilidad del bono español a diez años, el de referencia, entró en terreno negativo en el mercado secundario por primera vez en su historia. Ahora supera el 0.4%.

Un día antes, el Tesoro había conseguido colocar una emisión de bonos a diez años con intereses negativos, algo inédito en ese plazo.