“Anuncio que la Línea 3 y la Línea 4 del Metro de Lima, que van a mejorar de manera significativa el transporte urbano en Lima Metropolitana, serán a través de la modalidad de gobierno a gobierno, con una inversión de S/ 30,000 millones. La ansiada Carretera Central, que nuestros hermanos de las regiones de la sierra central y gran parte de la selva, y todos los peruanos, hemos esperado durante décadas, será también realidad mediante el mecanismo de gobierno a gobierno”, dijo en su discurso.
¿De qué trata esta modalidad? La modalidad gobierno a gobierno -usada para le ejecución de las obras deportivas de los Juegos Panamericanos- implica que un Estado, en este caso el Perú, contrate a otro Estado para que este adquiera bienes o también para que le provea de servicios o de obras para lo cual se suscribe un contrato que está exento de la aplicación de la Ley de Contrataciones del Estado, explicó a Gestión.pe el asociado senior del Estudio Echecopar, Juan Carlos Medina.
“No es un convenio, ni un acuerdo bilateral. Es un contrato que implica un pago al Estado contratante por un servicio. Al estar fuera de la Ley de Contrataciones del Estado este contrato tiene cierta flexibilidad”, remarcó.
El especialista explicó que no hay un esquema fijo para un contratado Estado a Estado.
”Por ejemplo cuando se suscribe este tipo de contrato con las Fuerzas Armadas para la compra de satélite Perú SAT-1 fue Francia la que proveyó el satélite. En cambio en los Juegos Panamericanos (para las obras deportivas y la viviendas de los deportistas), el aeropuerto de Chinchero, los hospitales del Cusco (Lorena y Sergio Bernales) e incluso -ahora-las obras de la Reconstrucción con Cambios no es que el otro gobierno construyan estas obras, por el contrario es un contrato de gestión en la que se le pide al otro gobierno su ayuda para gestionar eficientemente estos proyectos ya sea porque son grandes u complejos o porque se desconoce la tecnología que demandará su ejecución. No es que lo vayan a ejecutar”, detalló.
En el caso de los Juegos Panamericanos incluso -detalló- que como parte del contrato gobierno a gobierno con el Reino Unido, lo que hacía este país era desplegar diversas líneas de asesoría al Estado peruano.
“Por un lado, estaba un equipo de PMO -de gestión de proyectos- que ayudaba a monitorear desde que se cumplan los plazos hasta advertía los principales riesgos y proponía modificaciones, pero también había otro equipo de administración en infraestructura que acompañaba al Estado peruano en definir los diseños de las obras a ejecutarse y otro de apoyo al legado”, acotó.
Añadió que estos contratos se asemejan -en parte- a los procesos de contratación públicas debido a que hay una función que tiene el otro Estado de rol de agente procura, que implica que el Estado contratado va a conducir en representación del Estado peruano procesos de selección (para las obras a gestionar) que también van a estar al margen de la Ley de Contrataciones del Estado y se van a regir por propias normas y lineamientos las que van hacer desarrollados específicamente para estos procesos los que son aprobados por el Estado contratante.
“Es por eso que el proceso de contratación bajo el modelo Estado a Estado son mucho más rápido ya que está exenta de todo tipo de evaluaciones, normas y candados de la Ley de Contrataciones del Estado”, subrayó. Es así que cuando se terminan estos procesos que recién se conocen a los que van hacer los ejecutores de las obras y que van a celebrar el contrato con el Estado peruano.
¿Qué modalidad de Estado a Estado podrá desarrollarse en las líneas del Metro y en la ampliación de la Carretera Central? Para el especialista puede que se opte por el modelo usado en los Panamericanos y en Reconstrucción con Cambios, de gestión.
¿Cuánto tiempo puede toma su ejecución? En promedio al menos cinco meses si que el proceso la firma de estos contratados se empieza ya.
“El cerrar el contrato Estado a Estado toma en promedio tres meses ya que se tiene que evaluar las ofertas y pedirles que la mejoren. Tras firmarse el acuerdo, el Estado va a presentar un plan de contratación dentro de los cuales están las políticas de contratación. Una vez que se define la políticas de procura se empieza el desarrollo de talleres para dar a conocer los proyectos que se van a contratar para que despues se lancen los proceso de contratación que toma en promedio 12 semanas. En el mejor de los casos si se empieza el proceso desde ahorita, a inicios del próximo debemos estar teniendo los proceso de contratación”, opinó.
¿Costará al Estado el desarrollo de estos proyectos? Para el letrado el desarrollo de estos proyectos bajo la modalidad gobierno a gobierno implicará un costo que tendrá que ser asumido por el Estado peruano ya que se la pagará al Estado contratante y también a la empresa que ganen los procesos. “Se asemeja a una obra pública”.
-La óptica de los economistas-
Elmer Cuba: “(El desarrollo de las Líneas del Metro y de la nueva Carretera Central) Es lo mejor que podemos hacer ahorita por la incapacidad (del Estado) en el corto plazo, pero al mismo tiempo me llama la atención que le demos algo (proyecto de envergadura) bajo la modalidad Gobierno a Gobierno de largo plazo. Más bien, hay que hacer un ministerio de obras públicas. Todos los ministerios tienen una dirección de obras públicas. Hay que quitársela a cada ministerio para que se dediquen a su core, que es políticas públicas y normativa. Sobre Proinversión es quien hace el concurso y bueno ganará algún Gobierno, pero no pierde funciones, solo que el ganador no va a ser una empresa concesionaria sino un gobierno. Lo correcto sería concesionar la obra desde cero a un privado, pero como no podemos hacer eso bien, le hemos cedido a un tercero”.
Alonso Segura: “¿Línea 3 y 4 por Gobierno a Gobierno? Es antitécnico y peligroso porque le deja riesgo al Estado, además es poco financiable. Pintan el Gobierno a Gobierno de una forma diferente, pero es obra pública, tú le encargar a un gobierno que lo licite con sus reglas, este pone las reglas, y el Estado pone toda la plata. ¿Vamos a tener una empresa nacional de metros? Porque cuando quiera licitar la operación y mantenimiento va a decir que los riesgos a futuro los tiene que asumir el Estado. No tiene recursos, ni siquiera pueda adelantar a la Línea 2 (tomando en cuenta que Vizcarra aseguró que la Línea 3 y 4 demandaría una inversión estatal de S/ 30,000 millones)”.
Dato: La ampliación de la Carretera Central a cuatro carriles demandará la inversión de S/ 11,000 millones aproximadamente mientras que la Línea 3 -de 38 kilómetros- US$ 6,900 millones y la Línea 4 -de 24 kilómetros- US$ 3,740 millones.
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