Es probable que Moody’s reduzca su pronóstico de crecimiento de la economía peruana en medio de la crisis política en el país, que ha derivado en un proceso de vacancia contra el presidente , dijo el analista soberano para Perú, Jaime Reusche.

En una entrevista telefónica con Bloomberg, Reusche dijo que Moody's había estado revisando "al alza" el pronóstico del PBI del Perú porque parecía que la inversión privada "iba a comenzar con fuerza el próximo año" y los indicadores adelantados apuntan a una recuperación más fuerte.

Ahora es probable que la agencia reduzca el pronóstico de crecimiento para el 2018 a entre 3% y 3.5%, "quizás más cerca de 3 dependiendo de cómo la inversión privada reaccione a todo este asunto", detalló Reusche.

"Basado en lo que esto significa para la fortaleza institucional del país, basado en el hecho de que a nivel internacional e incluso nacional, uno se daría cuenta que no se respetó el debido proceso, que el Congreso llegó a una conclusión precipitada sin siquiera darle al presidente la oportunidad de defenderse, sin una completa investigación exhaustiva y sin la participación del poder judicial, los tribunales deberían haber tenido voz en todo el asunto, en ese sentido, la acción del Congreso es extremadamente preocupante", argumentó el analista de Moody’s.

La inversión privada es la variable más susceptible de verse afectada. "La economía se ha desarrollado hasta un punto en que se ha vuelto más susceptible a la confianza, y creemos que es muy probable que la confianza se vea afectada por esto", agregó.

Según el analista, los inversores locales son más susceptibles al ruido político que los extranjeros; y es probable que la inversión en comercio minorista y manufactura se vea afectada más que la minería, que por lo general tiene un horizonte a más largo plazo.

"Hemos visto en los últimos años un uso significativo del espacio fiscal. Eso no se ha traducido necesariamente en una perspectiva negativa porque el aspecto fiscal ha tenido mucha credibilidad en términos de gestión fiscal", explicó.

"Ahora el país está en una situación en la que, dada la cantidad de espacio fiscal que se ha entregado, el Perú está empezando a alcanzar el umbral de deuda del 30% del PBI que el propio gobierno ha impuesto como su límite de deuda. Su espacio para maniobrar se vuelve más limitado", dijo Reusche.

"Si esto tiene alguna incidencia en el desempeño fiscal, las cosas siguen siendo más estrictas, y potencialmente ese nivel de deuda del 30% del PBI podría volverse vulnerable. Eso, para nosotros, es básicamente la señal de alerta que podría llevar a una rebaja [de calificación]", añadió.

Con la crisis actual, "el margen de error ha disminuido significativamente".

Con base en los indicadores económicos y el desempeño fiscal, el Perú debería tener una calificación crediticia más alta. "Pero la razón por la que no se alcanza ese punto y la razón por la cual la calificación hasta cierta medida se ha visto limitada a este nivel A3, se debe a que las instituciones políticas son muy deficientes y son muy débiles", concluyó el analista.