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A las dificultades para el abastecimiento de GLP de uso vehicular que afectó a Lima y diversas ciudades del país, ahora se suma la posibilidad de que el suministro de combustibles derivados del petróleo también podría afectar a los consumidores.
Una de las voces de alerta en ese sentido la dio el presidente de la Unión Nacional de Transportistas de Carga en Camiones, Javier Marchese, que advirtió la ocurrencia de largas colas de camiones cisterna pugnando por abastecerse de combustibles en la capital.
El dirigente indicó que en las puertas de la refinería La Pampilla, en Ventanilla, se han formado colas de más de tres kilómetros de cisternas de combustibles que daban la vuelta a todo el perímetro de esa planta y llegaban cerca al mar.
¿Qué dice Repsol, operador de La Pampilla?
Gestión consultó a Repsol, operador de la citada refinería, sobre la ocurrencia de esa situación, y esa empresa confirmó a este diario que, en efecto, hay congestión en el despacho de los derivados, pero por causas ajenas a esa compañía.
Explicó que hay retrasos de buques con carga de importación de combustibles de otros proveedores (que abastecen a Lima y Callao) y cuyos clientes han acudido a la refinería La Pampilla, para aprovisionarse de esos productos.
Esa situación, refirió, está ocasionando una congestión por el incremento significativo de cisternas con respecto a lo habitual. Sin embargo, refirió que la refinería La Pampilla está supliendo esta demanda adicional.
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A través de la refinería La Pampilla, Repsol abastece a aproximadamente un 40% del mercado de derivados del petróleo, correspondiendo otro 40% a Petroperú, y el resto a compañías importadoras.
Desabastecimiento en el sur
Claudio Caballero, gerente general de la empresa Monte Azul, que provee servicios de almacenaje de combustibles, indicó que, en efecto, ya hay un desabastecimiento de combustibles líquidos que se aprecia en el sur del país.
Explicó que, en la planta de almacenaje de derivados del petróleo de esa empresa en Arequipa, se forman largas colas de camiones cisterna provenientes de Pisco, Juliaca, Cusco, Tacna, entre otras regiones, porque no encuentran combustibles en sus zonas de operación.
Refirió que, por ejemplo, el terminal de combustibles líquidos de Pisco se quedó sin stock de diésel y gasolinas, lo cual se suma a las colas de cisternas en las refinerías La Pampilla y Conchán (esta última de Petroperú).
Racionamiento de GLP
Caballero refirió que esto se suma al racionamiento que ya se está produciendo en la provisión de gas licuado de petróleo (GLP), no solo para consumo vehicular, sino también doméstico (en balones).
“Hoy ya hay un racionamiento de GLP; normalmente, las empresas fijan cuotas (de suministro de ese combustible) para sus clientes, y si antes tu comprabas para dos camiones al mes, ahora solo te venden para uno”, señaló.
Al respecto, Latina Noticias reportó que, en Pisco, desde el pasado lunes 5 de este mes se reportaban problemas para el abastecimiento normal de GLP en la planta de Pluspetrol, debido a los oleajes anómalos.
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¿Qué dice Petroperú?
Petroperú informó a Gestión que, si bien el cierre de puertos viene impidiendo el ingreso de buques a los puertos, hasta el momento esto no ha generado una desatención en sus clientes mayoristas.
Sin embargo, para el expresidente de Petroperú, César Gutiérrez, podría haber un riesgo de desabastecimiento de combustibles, pero por factores que atribuyó a una posible dificultad que tendría Petroperú en su disposición de recursos para la compra de derivados.
Refirió que, según información oficial sobre los estados financieros de la petrolera estatal que ésta remitió a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), al 31 de marzo último, indica que tendría un faltante en su capital de trabajo (que emplea para la compra de combustibles) de US$703 millones.
Recordó que el año pasado, cuando la empresa afrontó dificultades para el pago a sus proveedores de derivados, su déficit de capital de trabajo en esa ocasión era de US$154 millones.
En esa ocasión, indicó, dicha situación llevó a que la caja fiscal tuviera que otorgarle un préstamo de US$750 millones a Petroperú para asegurar el suministro de combustibles
“Hoy día, el déficit es cinco veces lo que tenían el año pasado. Y por supuesto que significa problemas para efectuar pagos a proveedores”, aseveró Gutiérrez.
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