Los economistas estadounidenses han sugerido comúnmente que un impuesto razonable sobre las emisiones de CO₂ podría costar a los contaminadores US$ 40 por tonelada.
Los economistas estadounidenses han sugerido comúnmente que un impuesto razonable sobre las emisiones de CO₂ podría costar a los contaminadores US$ 40 por tonelada.

Mientras los países regatean sobre los objetivos climáticos y las empresas se comprometen con los recortes de dióxido de carbono, el sistema de comercio mundial ha estado presionando en la dirección opuesta.