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Pese a que se tuvo un inicio de año complicado por las protestas sociales que impactaron a la minería, la producción de cobre en el Perú llegaría a los 2.6 millones de toneladas, frente a los 2.4 millones del 2022, pero se estancaría, indicó la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Según el presidente de la sociedad minera del país, Víctor Gobitz, indicó que esta perspectiva supone que no habrá grandes alteraciones climáticas ni bloqueos de carreteras.
Como detalle, la producción cuprífera aumentó un 20% entre enero y julio con respecto al mismo periodo del año pasado, luego de que las minas se recuperaran de los bloqueos que obstaculizaban los envíos y que entrara en operaciones un nuevo proyecto de Anglo American, Quellaveco.
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Perú requiere nuevos proyectos
Durante el marco de la cumbre minera Perumin, en Arequipa, Gobitz resaltó que el Perú está llegando a un estancamiento que requiere nuevos proyectos.
Precisó que la cartera de nuevas minas de Perú se está agotando antes de un esperado repunte de la demanda provocado por la transición para dejar los combustibles fósiles.
Gobitz mencionó que el Gobierno está trabajando para impulsar la aprobación de permisos para varias mejoras importantes en minas existentes, pero hay escasez de nuevos desarrollos.
Agregó que dos grupos de potenciales nuevas minas en las regiones norte y sur del país podrían desbloquear 2 millones de toneladas adicionales de cobre por año.
Para eso requiere una política gubernamental independiente de los ciclos políticos, una agilización en la entrega de permisos, inversiones en infraestructura y mayores oportunidades de desarrollo para las comunidades, apuntó.
Añadió que existe una gran demanda mundial de cobre y el país cuenta con proyectos maduros, lo que es una gran ventaja. Dijo que, si Perú fuera capaz de generar el impulso político, social y económico, podría alcanzar los niveles chilenos en una década.
Cabe señalar que el Perú envía alrededor del 80% de su cobre a China. Si bien últimamente ha habido un enfriamiento en la demanda en el país asiático, eso ya se descontó, indicó Gobitz.
El representante del gremio energético consideró que los precios que ahora rondan los US$ 3.65 la libra volverá a superar los US$ 4 debido a la urbanización y electrificación global, así como al crecimiento económico en India y otras partes de Asia.