Economía peruana. (Foto: USI)
Economía peruana. (Foto: USI)

La buena situación económica es escasa, viene cayendo de manera sistemática desde 2013 donde alcanzó un 25% para disminuir de manera constante y continua a 12%, menos de la mitad en 2018.

En Venezuela no hay nadie (1% es estadísticamente no significativo) que diga que hay buena situación económica. Es muy excepcional en opinión pública encontrar totales como este, donde nadie declara la existencia de un fenómeno. Venezuela será sin duda objeto de muchos estudios en este sentido.

En Brasil sólo el 6% declara que hay buena situación económica. En Nicaragua sucede algo similar un 7% declara que hay buena situación económica.

Buena y muy buena
Chile es el país que encabeza la lista de los países que más declaran “buena” situación económica con un 26%, le sigue Uruguay con 21% , Bolivia con 18% y Ecuador con 17%.

Según el Latinobarómetro el Perú se ubica en la séptima posición de esta clasificación.

Perú, en el séptimo lugar como economía "buena y muy buena" en América Latina
Perú, en el séptimo lugar como economía "buena y muy buena" en América Latina

La mala situación económica de la inmensa mayoría de la población es masiva y da cuenta del malestar de la región.

¿Cuán mala tiene que ser la situación económica de un país para declararlo con crisis económica?

El informe detalla que normalmente la economía se basa en la tasa de crecimiento, el coeficiente gini, la inflación para medir su desempeño. En este caso la mala situación económica denota un estado de la economía que a lo mejor no cumple con los estándares económicos para declararlo crisis (recesión), pero en términos de la gente se trata de situaciones de crisis.

La economía en América Latina es brillante para algunos, no para todos. En seis países, independiente de lo que digan los indicadores económicos, más de la mitad de la población dice que hay mala situación económica.

El 83% de los Venezolanos en primer lugar, Brasil y Argentina con el 62% en segundo lugar, El Salvador 59%, Nicaragua 58%, México 54%.

El resultado “neto” de la situación económica actual se obtiene al restar positivo/ negativo entrega una visión más clara de la situación de cada país.

La imagen que se dibuja no es bonita, en 16 países hay un neto negativo de la situación económica actual del país, que va desde 86 puntos porcentuales en Venezuela a 11 puntos porcentuales en Uruguay. Solo Chile tiene un neto positivo con 10 puntos porcentuales, mientras Bolivia tiene un neto neutro igual a cero.

La agenda informativa de la región parece concentrarse más en Nicaragua y Venezuela, dejando invisibles las crisis, algunas de larga data, que sufren otros países en materia económica. En Brasil y México donde hubo elecciones presidenciales, este tema no estaba entre los primeros de la agenda.

El malestar económico es un importante determinante del voto, que influyó en las elecciones 2018 aunque no fuera tan visible, estos datos dan cuenta del peso que tenían.

Este tema no es el único que las agendas de la región dejan más invisibles, como veremos a lo largo del informe. Es importante visibilizar los problemas, discutirlos a la luz pública. Su falta de visibilidad no le hace bien a la democracia ni a los gobiernos, como veremos, la aprobación de gobierno es la más baja de todas las registradas desde 1995.

Chile es el campeón de los indicadores económicos, sólo 16% de los chilenos dice que hay mala situación económica, seguido de Bolivia con 18%. Sin embargo, Chile se desempeña peor que el promedio de la región en los indicadores de equidad, como la distribución del ingreso o para quien se gobierna. Los países en general en este informe no pueden cantar victoria que unos están mejor que los otros, no hay campeones en América Latina hoy, la lista de las deficiencias de la democracia y la economía lo impiden.

La violencia, la corrupción y la crisis de representación que cruza la región hacen vulnerables a países que pueden perder su condición de democracia también. El malestar de América Latina es económico y es político dejando vulnerables las democracias de la región.