(Foto. Andina)
(Foto. Andina)

Después de un decepcionante 2019 para la economía peruana, con un alza apenas cercana al 2%, las miradas se dirigen ahora al nuevo Congreso, que será elegido este domingo, con la expectativa de que ayude al Ejecutivo a impulsar el crecimiento en el último tramo del Gobierno de Martín Vizcarra.

La composición del nuevo Congreso es aún una “gran incógnita” pues los grupos favoritos en los sondeos son el partido centrista Acción Popular, con figuras desconocidas, y la fujimorista Fuerza Popular (FP), que genera “muchísima preocupación” por la actitud que tuvo en el anterior Legislativo, comentó a Efe el exministro peruano de Economía Alonso Segura.

FP contó con una abrumadora mayoría en el Congreso disuelto el pasado 30 de septiembre por Vizcarra tras bloquear gran parte de sus propuestas de reforma política, que buscan combatir la corrupción en medio de las investigaciones por el escándalo Lava Jato en el país.

“Podría ponerse complicado, esperamos que no tan complicado como con el Congreso previo, pero sí podría resultar un poquito combustible”, anotó Segura.

-Congreso para 18 meses-

El nuevo Parlamento, de 130 representantes, tendrá una vida corta, de un año y medio, el mismo tiempo que resta para que Vizcarra culmine con su periodo de Gobierno y entregue el mando al ganador de las elecciones generales de 2021.

A pesar de lo corto de su periodo, los candidatos han propuesto “cosas que son realmente alarmantes”, opinó Segura, a pesar de lo cual confió en que sea “un Congreso pasivo”, que evalúe las propuestas del Ejecutivo y fiscalice.

“Puede sonar duro, pero en general, los congresos en Perú, en materia económica, han sido mayormente distorsionantes (...) sobre todo cuando son propuestas e iniciativas del Congreso”, afirmó el también catedrático universitario.

-Urge cerrar brechas sociales-

Desde el frente del Ejecutivo, la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, adelantó que está preparando un paquete de medidas legislativas para trabajar con el nuevo Congreso desde el primer día.

“Hemos identificado una serie de medidas en temas tributarios (...) como por ejemplo la economía digital, queremos mejorar el perfil de riesgo de los contribuyentes y (...) la reestructuración y simplificación de los sistemas administrativos para regímenes tributarios de las mypes (micro y pequeñas empresas)”, dijo Alva esta semana en un encuentro con la prensa extranjera en Lima.

El Gobierno peruano se ha puesto como meta cerrar las brechas en infraestructura y servicios públicos, teniendo en cuenta las violentas protestas sociales que se desataron en la región a fines de 2019.

“Creo que ha sido una llamada (de atención) para todos los países, eso es lo que estamos trabajando, en poder ser más agresivos y poder moverse a otras velocidades, es la atención y cierre de las brechas”, remarcó Alva.

-Dudas frente a la meta de crecer 4%-

El Ejecutivo sostiene que la economía peruana crecerá a un ritmo de 4 % en 2020, pero la titular del mayor gremio empresarial del país, María Isabel León, opina que se tendrá “un crecimiento similar” al de 2019.

“El entusiasmo que se ha generado con la idea de que vamos a crecer 4 % lo vemos con simpatía, pero francamente no quisiéramos ser tan optimistas tampoco, sino más realistas de manejarnos dentro de un crecimiento quizás un poco menor, que vaya de menos a más”, afirmó a Efe la presidenta de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep).

León agregó que “lo primero que se va a tener que trabajar ahí es la revisión de los más de 75 decretos de urgencia que el Gobierno ha emitido” desde la disolución del Parlamento en septiembre pasado.

La Confiep es prácticamente la única organización civil que se opuso a la disolución del anterior legislativo, que llegó a considerar como una ruptura de la democracia, aunque luego manifestó una actitud conciliadora hacia el Ejecutivo.

-Buscar el consenso-

La dirigente empresarial añadió que “lo que hay que hacer es desarrollar el arte de la tolerancia, el arte del consenso, para encontrar el camino adecuado para que el país siga creciendo, que es lo importante al final”.

Para Segura, los temas importantes deberían quedar para el siguiente Congreso, que será elegido en 2021, y durante esta última etapa más bien “mantener la estabilidad de reglas de juego, que no haya ningún tipo de bombazo y, en su rol de fiscalización, ser ponderados en la fiscalización del Ejecutivo”.

“Tampoco queremos cacerías de brujas, como hubo en el Congreso anterior”, concluyó

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