El pasado 6 de marzo, el congresista Daniel Salaverry (Fuerza Popular) presentó el proyecto de ley (PL) denominado “Ley de Acumulación Justa de Minutos y Megas”.
Este propone que los usuarios de servicios de telefonía fija y móvil puedan acumular los minutos para llamadas, mensajes de texto y megas no usados en un determinado mes, de modo que puedan ser utilizados irrestrictamente en meses posteriores.
Al respecto, la Sociedad de Comercio Exterior (Comex) consideró que dicha iniciativa legislativa carece de sustento técnico y legal, y cuya implementación posiblemente termine perjudicando al usuario de telefonía como consumidor final.
Refirió que la provisión de datos móviles sigue una lógica económica: se otorga al usuario una determinada capacidad de uso de red por un periodo específico (normalmente un mes) a cambio de un cargo fijo mensual.
El usuario tiene derecho a usar, generalmente por 30 días, una parte de la red de la empresa proveedora, parte que depende del plan contratado.
“Este modelo es similar a lo que ocurre cuando una persona reserva una habitación de hotel por un determinado número de noches: la persona tiene derecho al uso de la habitación solo por las noches contratadas”, indicó.
Lo que el PL propone es que el derecho de uso mensual que la empresa proveedora otorgó al cliente, de común acuerdo, a cambio de un cargo fijo mensual, se vuelva indefinido.
“En el ejemplo planteado, esto implicaría que, si el cliente solo pasa una noche en el hotel, podría exigir recuperar las noches no usadas posteriormente, cuando es probable que las habitaciones no estén disponibles”, sostuvo Comex.
Agregó que el problema anterior se agrava si se considera que las redes de telecomunicaciones tienen una capacidad limitada de navegación, pues las empresas ofrecen sus paquetes garantizando que no se sobrepase esta capacidad y el PL habilitaría la posibilidad de que se exceda dicho límite.
Por ejemplo, si existiera un solo consumidor y una capacidad de red de 100 megas, de los cuales se ofrecen 80 al consumidor, podría darse el caso de que en el primer mes de facturación el usuario consuma solo 50 megas.
De este modo, para el segundo mes, podría consumir los 80 megas de su plan y los 30 que le sobraron del primer mes, un total de 110 megas, lo que sobrepasaría la capacidad de la red.
“El hecho de que se exceda esta capacidad haría que se perjudique la calidad del servicio, el cual se volvería más lento, y las operadoras se verían obligadas a destinar recursos para aumentar esta capacidad, lo que acarrearía costos que finalmente serían trasladados al usuario final en sus recibos”, advirtió.
Por ello concluye que el principal afectado por esta medida sería el propio consumidor, pues pagaría un mayor monto por un servicio de menor calidad.