Redacción Gestión

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BAJO LA LUPAJoaquín López-Dóriga Ostolaza.

Red Iberoamericana de Prensa EconómicaEl Economista de México

Después de un 2012 crítico para , la primera mitad del 2013 se ha caracterizado por un menor pesimismo y la esperanza de que la economía pueda salir de la recesión en la segunda mitad del año.

Las cifras más recientes de crecimiento económico parecen confirmar que la Eurozona está entrando en una etapa de estabilización: después de seis trimestres seguidos de contracción, del segundo trimestre este año creció 0.3% con respecto al primer trimestre.

De forma adicional, las expectativas son que el crecimiento de la economía durante la segunda mitad del año se mantenga en territorio positivo, aunque extremadamente moderado y frágil.

El crecimiento ha sido impulsado por la producción industrial, que registró una aceleración importante durante el trimestre, mientras que el comercio exterior mostró una ligera recuperación.

Técnicamente hablando, la Eurozona ha salido de la recesión que la agobia desde hace algunos años, lo cual está en línea con las expectativas de la mayoría de los analistas desde principios de año.

No obstante, la situación real dista mucho de asemejarse a una de recuperación normal. Por un lado, el crecimiento es tan cercano a cero que no podemos dejar de hablar de una economía estancada en riesgo de recaída constante. No debemos olvidar que la Eurozona salió de la recesión del 2008-09 solo para caer de nuevo en recesión a finales del 2011. Un análisis del comportamiento de la actividad económica por país nos revela que gran parte de la Eurozona sigue en una .

El dato positivo del segundo trimestre está impulsado por Alemania, que registró un avance de 0.7%, y en menor medida por Francia, con 0.5%, mientras que Italia y España registraron contracciones de 0.2 y 0.1% respectivamente. Excluyendo los datos de Alemania, la Eurozona seguiría en recesión.

Por otro lado, resulta difícil hablar del fin de la recesión cuando la tasa de desempleo en la Eurozona está en 12% y más cuando tres de los principales países: Francia, España e Italia, tienen mayores tasas altas de desempleo.

Hay dos variables principales que ayudan al mejor desempeño de la Eurozona: I) el papel que ha jugado el (BCE) como estabilizador del mercado de financiamiento soberano europeo, que ha permitido a países como España e Italia salir a refinanciar sus vencimientos de deuda en condiciones favorables, y II) una menor restricción fiscal después de un 2012 brutal.

La estabilización de parte de la Eurozona se ha dado con base en las decisiones tomadas por las autoridades europeas, plasmando las bases hacia una inevitable mayor integración fiscal. No obstante, es necesario que durante el 2013 y el 2014 se logren avances más profundos en cuanto a la implementación de dicha integración fiscal.

De lo contrario, la Eurozona –con la excepción de Alemania– seguirá sumida en una situación de supervivencia y no de transformación. El fin de la recesión está lejos de ser el fin de la problemática europea.