El Programa de Alta Dirección (PAD) de la Universidad de Piura (UDEP) y Diario Gestión reunieron a los responsables de recursos humanos de , , , y para dialogar sobre cómo la multiculturalidad en sus organizaciones les permite fortalecer sus diferentes áreas y qué oportunidades se abren al apostar por la tecnología. 

1. El pensamiento multicultural

Con negocios más globalizados que nunca, por los mercados abiertos y una tecnología más accesible, es común que las personas busquen oportunidades laborales fuera de sus propias ciudades.

En algunas industrias como la minería, que importa y exporta talento con mucha regularidad, la presencia de extranjeros genera un fenómeno de interculturalidad que está cambiando a las empresas para mejor , sostiene Silvio Brigneti, vicepresidente de Recursos Humanos de Antamina.

Es el caso de España, por ejemplo, que tiene muchos geólogos que están en Perú y que llegaron durante la crisis en Europa, impregnando su conocimiento y su forma de trabajo en algunas operaciones en Perú.
Para Brigneti, la diferencia de géneros dentro de una empresa también permite tener un mix de competencias, mejor que cuando todos son hombres o mujeres.

2. Aquellas tareas pendientes

Actualmente, el proceso de multiculturalidad tiene mucho camino por recorrer en Perú, en comparación a otros países en la región, refiere Diego Pérez, vicepresidente de Recursos Humanos del Grupo Romero.
Para el ejecutivo, las organizaciones deben pensar si están planteando traer gente de afuera para sus puestos, y para qué niveles.
Además, indica, que tienen que evaluar si están listos para este proceso.

“¿Tienes algo que facilite que esto ocurra? Más allá de LinkedIn. Que cuando tengas identificado al candidato, alguien sea capaz de explicarle bien sobre cómo se vive, el tema de AFP y otros puntos. Una vez que veas a tu pool de talento como el mundo y no solo como Perú, las cosas empezarán a cambiar”, anota.

3. El valor de cada región del país

La diversidad cultural también proviene de las regiones, destaca Carla Silva, directora de Recursos Humanos de AB Inbev Backus.
Así, considera que cuando se designa gente de afuera en determinado puesto, se puede sacar mucho valor y hacer que las cosas cambien. Por ejemplo, en gerencias medias, supervisores, coordinadores y algunos gerentes en provincias.

“Si bien cada región tiene su patrón cultural, hemos hecho movilizaciones de gerentes y se han adaptado bien. A la hora que pones a alguien del norte en Cusco, puede ver cosas que el resto no ve, lo que alimenta y reta al equipo, y hace crecer a la región”, comenta. Del mismo modo, tras la compra que hizo AB InBev de SABMiller, Backus tiene ahora ejecutivos de Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Bolivia y Argentina, y eso aporta mucho en la toma de decisiones, considera Silva.

Backus tiene alrededor de siete plantas de producción y alrededor de 37 centros de distribución solo en Perú.

4. Se busca potenciar habilidades

La economía peruana se encuentra creciendo hace prácticamente dos décadas y eso está atrayendo poco a poco la llegada de ejecutivos extranjeros, comenta por su parte, Carlos Montalván, Head of Talent de Intercorp.

Sostiene que las multilatinas de origen peruano se enfocaron mucho tiempo en el mercado peruano, lo que demoró en parte la interacción con el talento externo.

Ahora, se están dando búsquedas de trabajadores con ciertas habilidades que no están desarrolladas tanto en Perú como en otros países.

“Por ejemplo, en España, cuando queríamos desarrollar temas de infraestructura; y ahora por la transformación digital, llega talento de otros países donde ya se avanzó”, señala.

En Intercorp, el 18% de ejecutivos de primera y segunda línea son extranjeros.

5. La flexibilidad es la clave

Para aceptar un puesto de trabajo, o asignarse a otra ciudad, los trabajadores buscan además del factor salarial una flexibilidad que les permita mantener equilibrada su vida laboral y personal, refiere Marlene Negreiros, directora de Recursos Humanos de Gloria.
Algunos atributos que consideran son la educación de sus hijos, comodidades.

Sostiene que esto se ve de forma más común entre millennials (nacidos entre 1985 y 1995), aunque también en mujeres que tienen un plan de desarrollo ya definido.