El proyecto Majes Siguas II necesita de la firma de la adenda para continuar, afirma Comex Perú. (Foto: GEC)
El proyecto Majes Siguas II necesita de la firma de la adenda para continuar, afirma Comex Perú. (Foto: GEC)

En los últimos días, el gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres, anunció que su administración no firmará la última adenda al contrato del proyecto Majes Siguas II. Esta propone mejoras tecnológicas para la optimización del recurso hídrico, lo que mantiene paralizado al proyecto desde diciembre de 2017.

Cáceres alega que el proyecto no favorece a la región y sostiene la necesidad de modificarlo, en pos de disminuir la extensión de las parcelas (de 200 hectáreas a entre 5 y 20 hectáreas), lo que alteraría el modelo de producción del proyecto y su escala de productividad.

Esto pondría en riesgo la continuidad de uno de los proyectos de inversión más importantes para el sector agroexportador, señala Comex Perú.

El proyecto Majes Siguas II permitiría irrigar 38,500 hectáreas de tierras y convertiría a Arequipa en una fuente de productos como uvas, arándanos, alcachofa, palta, páprika, entre otros.

Además, permitiría exportar más de US$ 360 millones adicionales al año e impulsar el crecimiento del PBI agrícola en US$ 850 millones, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

“Con la paralización del proyecto se estaría negando la posibilidad al país de ampliar su frontera de producción y exportación de alimentos, en un escenario económico tan urgido de inversiones que empujen el crecimiento de la economía nacional”, apunta el gremio.

“La propuesta de la nueva administración regional no es viable, ya que tendría enormes implicancias no solo para Arequipa, sino para el Perú. No debemos dar malas señales a los inversionistas cuando el país requiere retomar el dinamismo del crecimiento económico”, advierte.

Según el estudio del Banco Mundial (BM) Gaining Momentum in Peruvian Agriculture, a pesar del fuerte crecimiento de la agricultura nacional en los últimos años, no ha ocurrido de manera uniforme en las diferentes regiones del país.

Mientras que, entre los años 2007 y 2015, la productividad total de factores del sector agrícola en la costa creció a un ritmo promedio anual del 7.2%, en la selva lo hizo apenas en un 0.2%, y en la sierra cayó a un ritmo promedio anual del 0.2%.

Estas diferencias son producto del predominio en la sierra selva de la producción a pequeña escala. Por ejemplo, en la sierra, el 80% de las unidades agrícolas tienen menos de 5 hectáreas. Estas cosechan muy por debajo de la frontera de posibilidad de producción, debido al poco uso de tecnologías, fertilizantes, maquinaria y sistemas de irrigación.