Además de la tabla nutricional, en la mayoría de países se está utilizando tanto las guías de alimentación diaria como los semáforos nutricionales en el etiquetado de productos alimenticios, a diferencia del octógono que solo se ha aplicado en Chile con resultados bastante discutibles, señaló Roxana Fernández, presidenta de la Sociedad Peruana de Nutrición (Sopenut).

A diferencia de lo que sostiene el Minsa, indicó que no existe suficiente evidencia científica sobre la efectividad del sistema de octógonos.

“El sistema de semáforos nutricionales incorporado en la Ley de Alimentación Saludable, es la alternativa inmediata para no demorar más la aplicación de esta norma de vital importancia para la salud pública”, afirmó.

En ese sentido, refirió que los recientes cambios en la Ley sobre el semáforo nutricional son bastante específicos, inclusive en cuanto al tamaño que debe tener en la etiqueta, por lo que su reglamentación bajo ningún motivo debería ser justificación para demorar la aplicación de la norma.

Manifestó que la discusión sobre la obesidad, por tratarse de problema de salud pública, debe estar alejada de intereses políticos y económicos.

“Por ello, es imprescindible que el Ministerio de Salud (Minsa) revise evidencias concretas sobre resultados de los sistemas de advertencias en el etiquetado que se vienen aplicando en el mundo y no cerrar el debate a un solo modelo que no ha demostrado ser efectivo”, agregó.

En ese sentido, advirtió que el debate sobre la Ley de Alimentación Saludable se ha centrado únicamente en el etiquetado del producto, cuando el real valor de esta norma se encuentra en el desarrollo de políticas educativas sobre estilos de vida saludable.

“Solo con Educación, en todos sus niveles, vamos a poder lograr cambios significativos en los hábitos alimenticios de la población”, agregó.

Fernández refirió que entre las últimas modificaciones a la Ley, aprobadas en el Congreso se dispone que el Ministerio de Educación en coordinación con el Minsa formulen en tres meses un programa educativo, que comprenda a todos los niveles de educación básica regular (inicial, primaria y secundaria), sobre las características e importancia del etiquetado.

“No se trata de optar por lo más fácil de decirle a la población qué no debe consumir, debemos enseñarles a leer y entender el etiquetado de los productos para que puedan tomar mejores decisiones”, sostuvo.

Asimismo, remarco que resulta vital que la ley empiece a aplicarse, en particular la disposición que acaba de ser aprobada sobre la realización de un estudio científico sobre el perfil nutricional de los peruanos.

Este estudio, agregó, nos permitirá contar con un diagnóstico más preciso para la implementación de políticas de salud en relación a la alimentación y nutrición y, sobre todo, definir e implementar las raciones y/o porciones que consumimos, con las que sabremos de manera más exacta cuándo un producto tiene un alto contenido de azúcar, grasas o sodio.

Finalmente la presidenta de la Sopenut subrayó que el etiquetado de los alimentos procesados por sí solo no resuelve el problema.

“La obesidad es un problema de salud pública que responde a múltiples causas que está en marcado en los estilos de vida. En la Sopenut creemos que debemos apuntar al desarrollo un enfoque integral de políticas educativas que comprenda la promoción de la actividad física, el consumo diario de líquidos y una dieta balanceada”, concluyó.