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Uno de los problemas que traba la ampliación de cobertura de servicios de empresas de saneamiento proveedoras de agua potable y alcantarillado (EPS) es el agua no facturada, la cual llega hoy entre el 35 al 36% en promedio de las EPS del interior del país.
Como referencia, en el caso de Sedapal sin embargo, el nivel de agua no facturada es menor, llegando al 29%, y si bien aún este último pareciera ser un porcentaje elevado para cualquier industria, está por debajo de la media entre otros países de la región.
Así lo refiere a Gestión Mauro Gutiérrez, presidente de Sunass, organismo que, con el objetivo de reducir los niveles de agua no facturada de las EPS a nivel nacional, está planteando incrementar los niveles de micromedición, es decir un mayor uso de medidores de agua.
Para el efecto, está proponiendo modificar la resolución que aprueba el Reglamento de Calidad de la Prestación de los Servicios de Saneamiento, de forma que la evaluación de la calidad de los medidores y su reposición (si es necesaria) se haga de forma más frecuente.
Vale recordar que la revisión de los citados aparatos lo realizan empresas particulares denominadas Unidades de Verificación Metrológica (UVM), que actúan en forma independiente para verificar el estado de los medidores que ponen en servicio las EPS.
Objeción de los verificadores
No obstante, hace poco, representantes de las UVM cuestionaron la propuesta de Sunass pues consideraron que la misma significaría supuestamente que sean las propias EPS las que realicen la verificación, lo cual consideraron un conflicto de interés por parte de las empresas de saneamiento, y que afectaría el libre mercado y competencia.
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Sin embargo, el presidente de Sunass descartó que se vaya a producir tales situaciones, precisando que, en la propuesta del regulador, las UVM seguirán encargándose de revisar los mencionados aparatos.
Detalló que hoy, según la regulación vigente, la revisión de los medidores se debe hacer cada cinco años (a menos que haya reclamos puntuales de los usuarios), pero que el problema es que, las 9 UVM que existen en el país, concentran su operación todas en Lima Metropolitana.
¿En qué nivel se encuentra la micromedición en Perú?
En el Perú solo 7 de cada 10 usuarios de agua potable tienen medidor. Este indicador es uno de los más bajos en la región, dado que, por ejemplo, principales prestadores de Colombia, Chile y Bolivia alcanzan niveles de hasta el 100%.
Así, resulta que mientras en la capital el 89% de usuarios (domicilios) cuentan con medidores, en provincias sólo 73% cuenta con esos instrumentos, aunque en el caso de las grandes EPS del interior, el porcentaje varía entre 59 a 64%, las medianas el 72%, y las pequeñas el 45%.
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Pero, como no hay UVM que operen en el interior, indicó Gutiérrez, las EPS en forma regular renuevan todos los medidores cada cinco años (sin saber en qué estado se encuentran), pero a la vez no incrementan la cobertura con esos aparatos.
Subregistro
Otro problema, anotó, es que se ha detectado que -dependiendo de los modelos de medidores-, entre un 20 a 30% arrojan subregistros (contabilizan menos agua consumida que lo real), mientras, por el contrario, sólo un 4% produciría sobreregistros.
En últimos años, además, los niveles de micro medición no han aumentado, no crece ni el 1% por año, y dado los niveles de inversión y renovación de medidores (a S/ 100 cada uno en promedio) de las 50 EPS que existen, sólo siete se dedican a ampliar la frontera, anotó.
“Hemos estimado que si el ritmo de crecimiento e inversión continúan a esa velocidad la brecha se cerraría en 48 años, asumiendo que no hay un crecimiento en las nuevas conexiones”, calculó.
¿Qué plantea el regulador?
Es por ello, explicó, que Sunass está proponiendo que la revisión de los medidores se pueda hacer cada tres años (y no sólo cada cinco años, como ahora), y no de forma integral, sino aleatoria, con muestreos, como se revisan los medidores del consumo de electricidad.
Según tal propuesta, si una UVM revisa un lote de medidores de agua, y como resultado de la revisión se detecta que un 5% del lote supera el umbral de fallas, la EPS deberá revisar todo el lote, o (en su defecto) cambiarlo, detalló.
Consideró que el hecho de que se haga más frecuente (cada tres años) la revisión de medidores creará una demanda que hará atractivo a las UVM ir a provincias a hacer las mediciones.
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Por el lado de los usuarios, indicó que en el caso de aquellos que no tienen medidor, terminan pagando de más respecto a los que si los tienen.
En el caso de una familia con medidor, citó que tiene un nivel de facturación promedio de S/53 al mes por consumir 16 metro cúbicos de agua, pero a la familia que no tiene, se le aplica una asignación (estimada) de consumo, que resulta mayor (S/59 mensual en promedio).
Si se logra que aumente la micromedición, estimó que por cada cuatro puntos que ésta avance, se reducirá en un punto el agua no facturada, y se podría generar agua como para 225 mil conexiones del servicio adicionales.