Campaña de uva 2023-2024 aún incierta por lluvias de inicios de año, ¿Qué se evalúa?

En tanto, para las proyecciones de la próxima campaña (2023-2024) -que inicia de setiembre a abril- actualmente se viene evaluando el impacto que tuvo el Fenómeno de El Niño Costero y el ciclón Yaku entre enero y marzo, precisó a Gestión el gerente general de Provid, Alejandro Cabrera.

Dicha proyección es primordial tomando en cuenta que desde el 2021 a la fecha el Perú ostenta el primer lugar del ránking mundial de exportadores de uva de mesa.

¿Qué se evalúa? En detalle, Cabrera dijo que se encuentran en pleno proceso de levantamiento de información para cuantificar si habrá algún impacto de las lluvias y mayor humedad (ocasionadas por estos fenómenos climáticos) sobre la productividad de la uva a inicios de año, pues en ese periodo la uva se encontraba en proceso de cultivo.

“Cuando ya todo el proceso de cultivo ha avanzando y se pueda tener un conteo más preciso, con la información del mismo campo, podremos ver si efectivamente habrá una caída o no en términos de volumen. Ese proceso lo estamos haciendo en este momento porque en el caso de la uva de Perú, en esta época del año (julio y agosto) podemos cuantificar la productividad de las hectáreas plantadas”, apuntó.

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En ese sentido, precisó que en el seguimiento del proceso fenológico de la uva (fases de evolución desde el inicio del ciclo hasta completar la maduración) algunas se encuentran en última etapa de poda y otros, en ajuste de carga, principalmente en las regiones del norte.

“Tras esta etapa podremos ver el volumen por hectárea, podremos identificar cuántas yemas van a brotar o cuántos racimos van a quedar por planta y finalmente cuánta floración se va a tener”, apuntó.

Así, el proceso para recabar la información de la productividad de la uva se realizará entre julio y agosto, de manera que se pueda emitir una primera proyección del volumen de las exportaciones a fines de agosto o inicios de septiembre.

El representante de los productores de uva precisó que la campaña 2022-2023 no se vio afectada por las lluvias en el verano pues para ese entonces prácticamente estaba en su última etapa de producción. “No había fruto en campo, el grueso del volumen ya había salido”, comentó. Es por ello que la posible afectación se podría observar todavía en la próxima campaña.

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Impacto en zonas productoras

Por su parte, Oscar Quiñones, jefe del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (Idexcam) de la CCL señaló a Gestión que el impacto en la campaña de uva 2023-2024 podría verse si se observa alteraciones en las regiones productoras de uva de mesa por las lluvias a fines de año con la llegada del Fenómeno El Niño Global.

Como se recuerda, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos ha confirmado que el fenómeno de El Niño Global se producirá en lo que resta del 2023 y el verano del próximo año; en tanto, de acuerdo al Senamhi, se espera mayores precipitaciones de lluvias desde octubre.

Bajo este contexto, Quiñonez explica que el año pasado Ica produjo el 47% de la producción nacional de uva mientras que Piura el 29% y en menor medida figuran las regiones de La Libertad (6%), Lima (8%), Lambayeque (5%) y Arequipa (3%). Así, las lluvias previstas para fin de año podrían afectar el cultivo de la uva y su cadena logística.

“Pueden verse afectados los cultivos directamente por las lluvias o pueden afectarse por otro factor más grave: que las lluvias afecten los caminos (vías) desde la zona de cultivo hasta el acopio y el puerto para ser exportados“, apuntó.

En ese sentido, detalló que en el 2022 se exportaron 554,748 toneladas de uva y en un escenario optimista esperan una caída de 5% en el 2023 y en un escenario pesimista, una contracción del 20%.

Frente a este panorama, Quiñonez espera que las medidas adoptadas por el Gobierno frente a El Niño puedan amortiguar los potenciales efectos negativos de esta anomalía climática, que cada día se avecina más.

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Pendiente del reporte EFEN

El representante de Provid también indicó que se hace seguimiento al reporte continuo de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudios Nacional del Fenómeno “El Niño” (EFEN) para conocer el impacto que tendría El Niño Costero sobre la cosecha de lo que será la campaña 2024-2025. De igual manera, se hace seguimiento a El Niño Global.

El último reporte (21 de julio) del EFEN estima que para el verano del 2024, las magnitudes más probables de El Niño Costero estarían entre débil (40%), moderada (35%) y fuerte (11%), por lo que para el gremio resulta una noticia ‘alentadora’.

“Este reporte nos permite ser un poco más optimistas respecto a cómo se desarrollaría ese fenómeno en el verano, porque hay un 75% de probabilidades que El Niño sea débil o moderada, que hasta cierto punto es positivo”, apuntó.

El informe detalla que para el trimestre agosto-octubre de 2023, a lo largo de la costa del Perú, los valores de la temperatura del aire se mantendrían por encima de su nivel normal, mientras que en algunos sectores de la costa norte se desarrollarían lluvias ligeras y esporádicas.

El dato

• El principal destino de las exportaciones de uva de mesa es Estados Unidos, seguido de Países Bajos, México y Hong Kong.
• Desde marzo de este año la uva de mesa cuenta con autorización para ingresar a Japón y los primeros envíos se harán en la campaña 2023-2024.

SOBRE EL AUTOR

Silvia Pérez

Licenciada en periodismo por la Universidad Tecnológica del Perú. Desde el año 2019 forma parte de diario Gestión. Experiencia en comunicación audiovisual, prensa escrita y digital.

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