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Un cerebro creativo es un cerebro que se ha expuesto a diferentes estímulos, aprendizajes, experiencias, que tiene una mente abierta y flexible. Me encanta pensar, por ejemplo, en el gran Salvador Dalí, quien, por supuesto, era un extraordinario arquitecto, pero a su vez tenía una gran pasión por la naturaleza, la historia, el teatro, la pintura y la literatura. Era el conjunto de todas estas pasiones, lo que alimentaba su extrema creatividad. (Foto: iStock)
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1. Exploración.

Un cerebro creativo es un cerebro que se ha expuesto a diferentes estímulos, aprendizajes, experiencias, que tiene una mente abierta y flexible. Me encanta pensar, por ejemplo, en el gran Salvador Dalí, quien, por supuesto, era un extraordinario arquitecto, pero a su vez tenía una gran pasión por la naturaleza, la historia, el teatro, la pintura y la literatura. Era el conjunto de todas estas pasiones, lo que alimentaba su extrema creatividad. (Foto: iStock)

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Un cerebro que, por otra parte, logra maestría a través de la práctica y la repetición también es capaz de dar con soluciones innovadoras a problemas complejos en un área determinada. Uno de los artistas que más admiro se llama Ed Sheeran, una vez en una de sus entrevistas le preguntaron sobre cómo fluye su proceso creativo. Él contestó que dedica más de ocho horas al día a escribir canciones, puede escribir hasta 10 al día, para contar al final con más de 200 canciones, de las cuales sólo se seleccionan 12 o15 para el nuevo álbum. (Foto: iStock)
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2. Enfoque.

Un cerebro que, por otra parte, logra maestría a través de la práctica y la repetición también es capaz de dar con soluciones innovadoras a problemas complejos en un área determinada. Uno de los artistas que más admiro se llama Ed Sheeran, una vez en una de sus entrevistas le preguntaron sobre cómo fluye su proceso creativo. Él contestó que dedica más de ocho horas al día a escribir canciones, puede escribir hasta 10 al día, para contar al final con más de 200 canciones, de las cuales sólo se seleccionan 12 o15 para el nuevo álbum. (Foto: iStock)

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Esta etapa, luego de la exploración y del enfoque, nos habla de dejar reposar esa idea creativa, esa solución que estamos buscando, quizás dar un paseo relajante, hacer meditación, tomar un baño, irnos a dormir, tomar una siesta, despejar nuestra mente, tener una conversación amena con alguien. Es una etapa en que dejamos a nuestra mente inconsciente (o modo difuso de pensamiento, si has leído mi libro electrónico Aprendiendo a Aprender, ya sabes de qué hablo, si no lo puedes descargar gratuitamente aquí) trabajar para hallar una solución creativa e innovadora a nuestro problema. (Foto: iStock)
3. Incubación.

Esta etapa, luego de la exploración y del enfoque, nos habla de dejar reposar esa idea creativa, esa solución que estamos buscando, quizás dar un paseo relajante, hacer meditación, tomar un baño, irnos a dormir, tomar una siesta, despejar nuestra mente, tener una conversación amena con alguien. Es una etapa en que dejamos a nuestra mente inconsciente (o modo difuso de pensamiento, si has leído mi libro electrónico Aprendiendo a Aprender, ya sabes de qué hablo, si no lo puedes descargar gratuitamente aquí) trabajar para hallar una solución creativa e innovadora a nuestro problema. (Foto: iStock)

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De acuerdo con el estudio científico hecho por Kounios, J., y  Beeman, M. en el año 2009 “The Aha! Moment: The Cognitive Neuroscience of Insight”, aunque pareciera que estos “Momentos ¡Ajá!” fueran repentinos y desconectados de procesos de pensamiento anteriores, los estudios realizados a través de electroencefalogramas han podido determinar que realmente estas “revelaciones” - esa idea creativa y única que viene a nuestra mente sin aparente explicación, esa comprensión repentina de un problema que enfrentábamos y su correspondiente solución, incluso el entendimiento de un chiste o la resolución de un acertijo -, viene dado por procesos de pensamiento previos en diferentes áreas de nuestro cerebro. (Foto: iStock)
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4. Insight (”Momento ¡Ajá!).

De acuerdo con el estudio científico hecho por Kounios, J., y Beeman, M. en el año 2009 “The Aha! Moment: The Cognitive Neuroscience of Insight”, aunque pareciera que estos “Momentos ¡Ajá!” fueran repentinos y desconectados de procesos de pensamiento anteriores, los estudios realizados a través de electroencefalogramas han podido determinar que realmente estas “revelaciones” - esa idea creativa y única que viene a nuestra mente sin aparente explicación, esa comprensión repentina de un problema que enfrentábamos y su correspondiente solución, incluso el entendimiento de un chiste o la resolución de un acertijo -, viene dado por procesos de pensamiento previos en diferentes áreas de nuestro cerebro. (Foto: iStock)

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Esta última etapa consiste en la evaluación analítica de esa nueva idea creativa y su validación, y para ello estaremos usando las áreas de nuestro cerebro que están encargadas de nuestro pensamiento crítico y toma de decisiones.
Espero que conocer de estos cinco pasos para desatar tu proceso creativo y de innovación te ayuden muchísimo. (Foto: iStock)
5. Seguimiento o evaluación.

Esta última etapa consiste en la evaluación analítica de esa nueva idea creativa y su validación, y para ello estaremos usando las áreas de nuestro cerebro que están encargadas de nuestro pensamiento crítico y toma de decisiones. Espero que conocer de estos cinco pasos para desatar tu proceso creativo y de innovación te ayuden muchísimo. (Foto: iStock)

Hoy me encontré con un artículo maravilloso sobre la capacidad creativa de una de los personajes que me resulta más fascinante: Albert Einstein y recordé algo que aprendí de mi profesora en neurociencias la Dra. Irena O´Brien, cuando me hablaba de la ciencia detrás del proceso de generación de insight o esos “Momentos ¡Ajá!” que todos hemos vivido en algún momento, .

Justo ponía de ejemplo a Albert Einstein, quien describía su propio proceso de generación de estos “Momentos ¡Ajá!” dar un gran salto especulativo a una conclusión y luego rastrear las conexiones para verificar la idea.

Pero, quizás como yo en ese momento, te estarás preguntando qué es eso de dar un salto especulativo a una conclusión, y la respuesta es pensar en explicaciones o soluciones no convencionales, no obvias, incluso sin lógica aparente, y luego, cómo hacía Einstein rastrear las conexiones para verificar la idea.

Cuando Albert Einstein desarrolló la teoría de la relatividad dio un salto enorme sobre las leyes tradicionales conocidas hasta el momento. Y cuando pienso en grandes innovadores, como Steve Jobs y su idea de la creación del primer iPod, John F. Kennedy y su discurso del primer viaje a la luna al inicio de la década de los años 60, o Bill Gates y la creación del primer sistema operativo para computadoras personales, me doy cuenta que todos han partido de dar estos grandes saltos “mentales”.

En la actualidad los científicos han estudiado a profundidad cómo funciona el proceso de la creatividad y la innovación dentro de nuestro cerebro y que condiciones pueden favorecer la aparición de estos “Momentos ¡Ajá” en los seres humanos.

Hay 5 pasos fundamentales de los que quiero hablarte muy rápidamente:

1. Exploración. 

Un cerebro creativo es un cerebro que se ha expuesto a diferentes estímulos, aprendizajes, experiencias, que tiene una mente abierta y flexible. Me encanta pensar, por ejemplo, en el gran Salvador Dalí, quien, por supuesto, era un extraordinario arquitecto, pero a su vez tenía una gran pasión por la naturaleza, la historia, el teatro, la pintura y la literatura. Era el conjunto de todas estas pasiones, lo que alimentaba su extrema creatividad.

2. Enfoque.

Un cerebro que, por otra parte, logra maestría a través de la práctica y la repetición también es capaz de dar con soluciones innovadoras a problemas complejos en un área determinada. Uno de los artistas que más admiro se llama Ed Sheeran, una vez en una de sus entrevistas le preguntaron sobre cómo fluye su proceso creativo. Él contestó que dedica más de ocho horas al día a escribir canciones, puede escribir hasta 10 al día, para contar al final con más de 200 canciones, de las cuales sólo se seleccionan 12 o15 para el nuevo álbum.

Él reforzaba que de 200 canciones sólo 12 o 15 son realmente muy buenas, pero que el resto forma parte de su proceso creativo. ¡Esto me sorprendió muchísimo! Pero me encantó escucharlo porque echa por tierra ese mito de que las personas como él, se les da todo fácil. Si es verdad que tienen un gran talento, pero donde se da la verdadera magia es en las horas y horas de dedicación, enfoque y práctica.

3. Incubación. 

Esta etapa, luego de la exploración y del enfoque, nos habla de dejar reposar esa idea creativa, esa solución que estamos buscando, quizás dar un paseo relajante, hacer meditación, tomar un baño, irnos a dormir, tomar una siesta, despejar nuestra mente, tener una conversación amena con alguien. Es una etapa en que dejamos a nuestra mente inconsciente (o modo difuso de pensamiento, si has leído mi libro electrónico Aprendiendo a Aprender, ya sabes de qué hablo, si no lo puedes descargar gratuitamente aquí) trabajar para hallar una solución creativa e innovadora a nuestro problema.

4. Insight (”Momento ¡Ajá!). 

De acuerdo con el estudio científico hecho por Kounios, J., y  Beeman, M. en el año 2009 “The Aha! Moment: The Cognitive Neuroscience of Insight”, aunque pareciera que estos “Momentos ¡Ajá!” fueran repentinos y desconectados de procesos de pensamiento anteriores, los estudios realizados a través de electroencefalogramas han podido determinar que realmente estas “revelaciones” - esa idea creativa y única que viene a nuestra mente sin aparente explicación, esa comprensión repentina de un problema que enfrentábamos y su correspondiente solución, incluso el entendimiento de un chiste o la resolución de un acertijo -, viene dado por procesos de pensamiento previos en diferentes áreas de nuestro cerebro.

Todos han sido originados por las etapas anteriormente descritas: Exploración, Enfoque e Incubación.

Es decir, si bien no podemos obligarnos a tener estos “Momentos ¡Ajá!” en un momento específico, lo que si podemos estar seguros, es que el proceso para poder evidenciarlos con mayor frecuencia en nuestra vida es precederlos de suficiente: Exploración, Enfoque e Incubación. Sencillamente aparecerán porque este es su proceso natural de ocurrencia.

¿No te parece alucinante? Así de maravilloso es nuestro cerebro.

5. Seguimiento o evaluación. 

Esta última etapa consiste en la evaluación analítica de esa nueva idea creativa y su validación, y para ello estaremos usando las áreas de nuestro cerebro que están encargadas de nuestro pensamiento crítico y toma de decisiones.

Espero que conocer de estos cinco pasos para desatar tu proceso creativo y de innovación te ayuden muchísimo.

¡Gracias por llegar hasta aquí!  realmente quería compartir contigo esta información que me parece tan fascinante y tan importante en estos tiempos en los que vivimos, en los que la creatividad es una de las habilidades más poderosas con las que contamos para el crecimiento y expansión de nuestra vida y nuestros emprendimientos.

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