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Serpentine Gallery

| El verano de Londres es sinónimo del pabellón efímero de la Serpentine Gallery, en los jardines de Kensington. Encargado cada año a un arquitecto (o artista) de renombre, desde 2000 este espacio para el encuentro cultural ha mostrado estéticas y planteamientos muy diferentes.

En el 2000, se cumplía el 30º aniversario de la Serpentine Gallery y para celebrarlo quisieron levantar enfrente de su edificio (de la década de 1930) un pabellón que albergara una cena de gala benéfica. . La galería de arte contemporáneo encargó el proyecto a Zaha Hadid, y su diseño tuvo tanto éxito que en vez de ser desmontado al día siguiente se mantuvo abierto todo el verano para que lo pudieran disfrutar quienes visitaban los jardines de Kensginton. La arquitecta de origen iraquí se convertía así en la primera en firmar lo que hoy se conoce como el Serpentine Gallery Pavilion y que es ya una institución en el mundo del diseño y de la arquitectura.

Después, en el 2001, el pabellón de Daniel Libeskind se comparó con una escultura de un papel doblado o con un juego de origami. El proyecto del arquitecto estadounidense era un pabellón de metal hecho con formas angulares, llamado 'Eighteen Turns'.

Por otro lado, la directora de la Serpentine Gallery tuvo que viajar hasta Río de Janeiro (Brasil) para convencer a Oscar Niemeyer para que diseñara el pabellón efímero del verano de 2003. Al aceptar, el arquitecto diseñó una estructura blanca parecida a una tienda de campaña, hecha de hierro, aluminio, hormigón y vidrio, a la que se accedía mediante una rampa. Un edificio que estaba parcialmente suspendido y que tenía un auditorio de 70 metros cuadrados semienterrado y con vistas al parque. Niemeyer también se encargó de diseñar el mobiliario del interior y algunos de sus dibujos colgaban en las paredes.

Encargado cada año a un arquitecto (o artista) de renombre, desde 2000 el Serpentine Gallery es un espacio para el encuentro cultural ha mostrado estéticas y planteamientos muy diferentes. El de este año lo firma la arquitecta mexicana Frida Escobedo. El pabellón, un espacio de 300 metros cuadrados abierto del 15 de junio al 7 de octubre, se inspira en las celosías mexicanas, un enrejado que permite las corrientes de aire y poder mirar sin ser visto. Rasgos de la arquitectura mexicana creados con un entramado de tejas de cemento.