Oxford, ciudad inglesa famosa por edificaciones históricas, alberga al “Fish and Chips”, el restaurante de comida rápida que ocupa el primer lugar de todo aquel que busque algo rico y barato.

Allí Kazim Hakimi, de origen iraní, vende de 1988 el “fast food” británico por excelencia, pescado con papas fritas.

“Es una comida completa, no llevan conservantes ni nada parecido. Solo empleo filetes de bacalao sin piel, el mejor pescado que encuentro”, señala el cocinero. El precio es de ocho libras o nueve euros al cambio.

Para Hakimi no solo se trata de vender comida, sino que su negocio sirve como un espacio de encuentro en donde interactúa con personas y hace amigos.