Paneles solares de First Solar Inc. en su planta Desert Sunlight en el desierto de Mojave, California. (Foto: Bloomberg)
Paneles solares de First Solar Inc. en su planta Desert Sunlight en el desierto de Mojave, California. (Foto: Bloomberg)

La gente ama los proyectos de , pero no el que está ubicado justo al lado.

Si bien estados desde Nueva York hasta Nevada quieren obtener la mayor parte de su energía de , los residentes se resisten a vivir cerca de proyectos ecológicos. A diferencia de la oposición a los combustibles fósiles por preocupaciones de contaminación y polución, la hostilidad hacia la energía limpia radica en gran medida en la estética y el valor de las propiedades.

Las filas de paneles solares amenazan con estropear la vista, mientras aumentan temores entre residentes locales de que las enormes turbinas de viento arruinarán la naturaleza bucólica de sus ciudades rurales y reducirán los precios de la vivienda. Es la más reciente iteración de un viejo dilema: las personas quieren proyectos para el bien público -como viviendas asequibles o carreteras y líneas eléctricas- pero no los quieren cerca de ellas.

“Las personas viven en comunidades como esta por una razón”, dijo Pamela Atwater, presidenta de un grupo de ciudadanos en el norte del estado de Nueva York que lucha contra la propuesta de un parque eólico en la costa del lago Ontario. “Es un gran impacto visual, un gran impacto sonoro. Cambiaría la naturaleza, el carácter del lugar donde vivimos”.

A medida que proliferan los grandes proyectos en todo Estados Unidos, estas preocupaciones atenúan el resplandor verde que una vez iluminó una industria construida sobre la promesa de salvar el mundo. Por ejemplo, los supervisores del condado más grande de California -un estado que se ha comprometido a eliminar el carbono para el 2045- votaron en febrero sobre el bloqueo de nuevas instalaciones renovables cerca de muchas comunidades rurales desérticas.

En Nueva York, legisladores aprobaron un plan de cambio climático en junio que exige que toda la electricidad del estado provenga de fuentes libres de emisiones para 2040. Sin embargo, dos propuestas de parques eólicos quedaron congeladas este año, una por la resistencia del grupo de ciudadanos de Atwater y la otra por temor de amenaza a un nido de águilas calvas.

Algunos portavoces indican que las compañías se dan cuenta que la construcción de proyectos solares y eólicos no es necesariamente suficiente para protegerlos de la reacción negativa de los conocidos SPAN (Sí, Pero Aquí No). El sentimiento SPAN ha alimentado la oposición a grandes proyectos de infraestructura durante mucho tiempo. Sin embargo, etiquetar de SPAN a los oponentes no ayuda a ganárselos.

Los proyectos solares y eólicos individuales, que requieren mucho terreno y son muy visibles, a menudo han generado fricción con vecinos potenciales. La oposición es más notable ahora que hace 10 años simplemente porque actualmente se proponen más proyectos en más estados, lo que afecta a más comunidades.

Después de que los residentes expresaron su preocupación por el valor de sus propiedades, la propuesta de un parque eólico de NextEra Energy no alcanzó la aprobación de los comisionados del condado de Reno en Kansas en junio. Nebraska aprobó una ley en mayo que facilita a los propietarios de tierras impugnar nuevas líneas de transmisión para parques eólicos.

El promotor renovable RES ha lidiado con mucha oposición. En abril, la compañía canceló su proyecto Summit Lake Wind, un parque eólico de 130 megavatios propuesto en L’Anse Township, Michigan. RES dijo que la decisión se debió a las continuas demoras en el proceso de planificación, lo que hizo que el proyecto fuera inviable.

Summit Lake enfrentó resistencia por temores de que las turbinas de viento arruinaran la naturaleza y desalentaran el turismo en un tramo tranquilo de la orilla del Lago Superior. El sitio del proyecto, junto a la reserva indígena L’Anse, también generó preocupación entre la comunidad india de Keweenaw Bay, que cuestionaba si las turbinas dañarían su capacidad de pesca y caza en la zona.

"Creo que las personas tienen razón al hacer preguntas sobre lo que significa tener un parque eólico en una comunidad", dijo Paul Copleman, portavoz de Avangrid Renewables, que canceló el año pasado un parque eólico en el estado de Nueva York. "Es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible para explicar la ciencia, explicar lo que significará y transmitir dichos beneficios".

Esta historia forma parte de , una colaboración global de más de 220 medios de noticias para destacar el cambio climático.

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