Peregrinos musulmanes usan máscaras de protección en la Gran Mezquita en la ciudad sagrada de La Meca, Arabia Saudita, el 28 de febrero de 2020. (AFP).
Peregrinos musulmanes usan máscaras de protección en la Gran Mezquita en la ciudad sagrada de La Meca, Arabia Saudita, el 28 de febrero de 2020. (AFP).

Arabia Saudita, que ocupa la presidencia del G20, se comprometió a destinar US$ 500 millones a “organizaciones internacionales destacadas” para apoyar la lucha contra la Covid-19 en todo el mundo, un día después de que Estados Unidos retirara su aporte a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un comunicado, la presidencia saudí del detalló que destinará US$ 150 millones a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), otros US$ 150 millones a la Alianza Global para las Vacunas e Inmunización (GAVI) y los restantes US$ 200 millones para “otras organizaciones y programas de salud regionales e internacionales”.

no menciona a la pero afirmó que “reconoce la importancia de la solidaridad global y cooperación para luchar contra esta pandemia” y, por ello, llamó a todos los países, organizaciones no gubernamentales, actores privados y otros a recaudar los fondos necesarios para la pandemia.

El aporte del reino “apoyará las respuestas de emergencia y preparación; el desarrollo y despliegue de nuevos diagnósticos, terapias y vacunas; el cumplimiento de las necesidades de vigilancia internacional y coordinación; y la garantía de suministros de equipos suficientes para los trabajadores sanitarias”, detalló en la nota.

Además, señaló que esta promesa se enmarca en el compromiso adoptado por los líderes de los países del G20 para movilizar todos los fondos que necesitan los organismos internacionales para hacer frente a esta emergencia sanitaria.

Ayer mismo el G20 anunció una “suspensión temporal del pago de los servicios de la deuda para los países más pobres que pidan contención” en medio de la pandemia para que puedan destinar ese dinero a la Covid-19.

También este miércoles el presidente estadounidense, , ordenó congelar los fondos que su Gobierno aporta a la OMS, siendo el principal donante con una aportación de entre US$ 400 millones y US$ 500 millones al año.