Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra. (Foto: Reuters)
Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra. (Foto: Reuters)

El gobernador del , Mark Carney, dijo que el ya le ha costado a la economía británica miles de millones de libras esterlinas en producción perdida y ésta no se está beneficiando aún del repunte mundial.

Cuando se le pidió en una entrevista de radio con la BBC que cuantificase el daño causado por el Brexit, Carney dijo que la economía es ahora un 1 punto porcentual más pequeña de lo que sería si el referéndum del 2016 sobre la permanencia en la hubiese tenido un resultado distinto. También agregó que la diferencia se ampliará a 2 puntos porcentuales hacia el final de este año.

“Lo que se traduce en decenas de miles de millones de libras esterlinas menos de actividad económica”, afirmó. “La pregunta entonces es cómo hacemos para compensar esto en el tiempo, creciendo por encima del potencial”.

Basada en la estimación del tamaño de la economía al final del 2017, la cifra de producción perdida podría ser de hasta 40,000 millones de libras esterlinas (US$ 57,000 millones).

Ése es el equivalente a dos “autobuses Brexit”, en referencia a los 350 millones de libras esterlinas semanales –o casi 20,000 millones de libras esterlinas al año— que los defensores del Brexit aseguraron que el país tendría disponibles para gastar, una vez que se detuvieran las contribuciones al presupuesto de la UE.

El periódico The Times informó esta semana que se le pidió a Carney en un evento del en Davos esta semana que midiese la pérdida de producción en “autobuses Brexit”.

Relación con la UE
En la entrevista con la BBC, Carney dijo que el podría “acoplarse” nuevamente a la economía mundial, que está disfrutando de su crecimiento más acelerado desde la crisis financiera. Por ahora, las empresas mantienen suspendidos sus planes de inversión hasta saber cómo serán las relaciones comerciales del país después de la salida de la UE.

Un buen acuerdo con el bloque podría ayudar, afirmó, aunque no dijo si esto implicaba cambios “modestos” al Brexit. Esa frase, usada por el ministro de Finanzas, Philip Hammond, en un discurso el jueves, enojó a los parlamentarios euroescépticos del Partido Conservador y provocó una reprimenda del gabinete de la primera ministra Theresa May.