Las reservas internacionales de Bolivia se desplomaron en las últimas semanas debido a que compañías y residentes locales adinerados han comprado dólares y han sacado dinero del país después de que el movimiento socialista regresara al poder.
Las reservas cayeron a un mínimo de 13 años de US$ 5,100 millones el 20 de noviembre, una reducción de US$ 1,300 millones desde fines de setiembre, según datos del banco central. El banco señala que la contracción fue un fenómeno temporal relacionado con las elecciones de octubre, y que la demanda de dólares ha vuelto a la normalidad después de eso.
El líder socialista Luis Arce desafió las encuestas para ganar con una aplastante victoria en las elecciones del 18 de octubre, y se ha comprometido a implementar un impuesto a la riqueza a los ciudadanos más adinerados de la nación andina. Arce asumió la presidencia el 8 de noviembre, un año después de que su aliado Evo Morales fuera expulsado de la presidencia después de semanas de protestas y tras perder el apoyo de los militares.
Hasta el 25 de noviembre, la fecha más reciente para la cual el banco ha publicado datos, las reservas se habían recuperado a US$ 5,400 millones, equivalente a siete meses de importaciones. Un aumento gradual de las entradas de fuentes como el turismo y las remesas continuará fortaleciendo el acopio de reservas de Bolivia, señaló.
Parte del éxodo de capitales probablemente fue provocado por los planes del impuesto a la riqueza, dijo Napoleón Pacheco, economista que imparte clases en la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz.
La victoria de Arce y el anuncio del impuesto a la riqueza “conformaron un cuadro de incertidumbre y de temor entre las personas que seguramente tenían ahorros importantes y obviamente decidieron sacar su dinero fuera del país”, dijo Pacheco en una entrevista telefónica.
No solo personas adineradas con cuentas en bancos extranjeros han enviado dinero fuera del país, sino que personas de clase media con ahorros más pequeños también están retirando sumas más pequeñas en dólares del sistema financiero, indicó Pacheco.
Existe confusión sobre quién pagará el impuesto a la riqueza, o bajo qué condiciones, y esto ha amplificado el miedo y la incertidumbre, señaló.
Nerviosismo por las elecciones
La caída “particularmente pronunciada” de las reservas en las últimas semanas “probablemente se deba a los nervios en torno a las elecciones”, dijo el analista de Fitch Ratings Todd Martínez.
Una reducción similar ocurrió en las elecciones anteriores, en el 2019, que provocó disturbios generalizados y acusaciones de fraude.
Cuando los bolivianos envían dinero al extranjero, sus bancos compran los dólares al banco central, lo que hace que las reservas disminuyan. Pero la recuperación de la economía frente a la pandemia también contribuye a la caída de las reservas, según Martínez.
“En parte, era previsible una disminución renovada de las reservas extranjeras de Bolivia, ya que las importaciones se están recuperando después del confinamiento, pero las exportaciones lo están haciendo más lentamente, en gran parte debido a los aún bajos precios del gas”, señaló.
El Gobierno se ha comprometido a defender el tipo de cambio de alrededor de siete bolivianos por dólar, que Arce ayudó a introducir cuando era ministro de Economía de Morales.
Por el momento, Wall Street no parece compartir el nerviosismo por la victoria de Arce. El rendimiento adicional que los inversionistas exigen para mantener la deuda soberana de Bolivia sobre los títulos del Tesoro de Estados Unidos cayó a 5.2 puntos porcentuales la semana pasada, lo que se compara con los 6 puntos porcentuales previo a las elecciones, según datos compilados por JPMorgan.