(Foto y video: AFP/EFE)

En , país que cuenta con 209.3 millones de habitantes, el número de personas con sobrepeso representó en 2018 el 55.7% de la población mientras que la cantidad de obesos creció un 67.8%, cifras que contrastan con la mejora de hábitos alimentarios y la mayor práctica de ejercicio físico.

Los datos divulgados por el Ministerio de Salud de Brasil demuestran que, en comparación con el 2006, el aumento de la fue de un 67.8%, alcanzando un 19.8%, mientras que el incremento del sobrepeso llegó a un 30.8%.

En ese sentido, el crecimiento de la obesidad fue mayor en las franjas de entre 25 y 34 años y de entre 35 y 44 años, con 84.2% y 81.1%, respectivamente.

Pese a que el es más común entre los hombres, las mujeres son las que más presentan casos de obesidad, con un 20.7% frente a un 18.7%.

Un ejemplo de ello es el analista de sistemas André Sakai, de 30 años, quien reconoce padecer de sobrepeso y dice no preocuparse mucho por sus hábitos alimentarios o por llevar una vida sedentaria.

"Hay días en que me gusta comer muchas porquerías, otros algo más sano. Algunos días tengo tanto trabajo que ni siquiera me acuerdo de cenar", contó a Efe.

Pese a que suele trabajar desde casa y comer con frecuencia arroz japonés, fríjoles, verduras y ensaladas preparadas por su madre, no faltan en su dieta alimentos ricos en grasa y calorías, como los chicharrones o las hamburguesas.

"Yo como lo que me gusta, no me preocupo tanto. Se puede ver por mi apariencia que tengo un poco de sobrepeso, pero como pasé por una revisión médica a principio de año y los resultados fueron normales, no estoy preocupado", afirmó sobre los riesgos de desarrollar enfermedades, como diabetes.

Así como Sakai, la analista financiera Larissa Melo, de 23 años, tampoco se preocupa por la alimentación y garantiza que desde que salió de la casa de sus padres ha engordado "algunos kilos" debido a los malos hábitos alimentarios y a la "falta de actividad física", que se resume en bailar cuatro días por semana y esporádicos paseos en bicicleta.

"No recomiendo mis hábitos porque no como bien. Tengo una dieta casi infantil, me gusta la comida rápida", explicó a Efe.

"Pienso más en el presente. Tengo algunos problemas estomacales, pero como muchas porquerías. No debería, pero eso es lo que me gusta. Todavía no estoy preocupada por el futuro", añadió.

Por otro lado, según la encuesta, el consumo regular de frutas y legumbres creció un 15.5% entre 2008 y 2018, y pasó del 20% al 23.1%.

La práctica de actividades físicas en el tiempo libre (al menos 150 minutos por semana) también presentó un incremento de un 25.7% entre 2009 y 2018, alcanzando un 38.1% de la población.

Un reflejo de todo esto es la reducción de los diagnósticos de diabetes, que cayó un 40% en 2018 en comparación con 2016.

"Hay un gran aumento de la obesidad debido al elevado consumo de alimentos ultraprocesados, con mucha grasa y azúcares. Entonces, el incentivo al consumo de vegetales entre niños y adultos es fundamental. Se está produciendo un cambio de comportamiento y de paradigma importante en Brasil", sostuvo el secretario de Vigilancia de Salud del Ministerio, Wanderson Oliveira, en un comunicado.

Jorge Pretini, de 62 años, trabaja en una inmobiliaria y aseguró a Efe que abandonó los malos hábitos de alimentación en 2002, después de pasar por una operación debido a problemas cardíacos causados por sus altos niveles de colesterol.

"Mi alimentación ha cambiado radicalmente. Evito frituras, comidas con grasa, bebidas alcohólicas. Siempre todo muy moderado, sobre todo en casa", subrayó.

Con la ayuda de medicamentos y nuevos hábitos, Pretini logró mejorar su salud y su calidad de vida, pero resalta que la correría diaria en el trabajo es el motivo por el que la mayoría de los brasileños adopta malos hábitos alimentarios, y también la razón por la que no practica ningún tipo de ejercicio.

Según datos de la Organización Panamericana de Salud (OPS) referentes al año de 2016, el 59.6% de los adultos de América Latina padecen de obesidad o sobrepeso, con destaque para México, dónde este porcentaje alcanza el 64.9%, seguido por Venezuela (63.4%), Chile (63.1%), Uruguay (62.9%) y Argentina (62.7%), mientras que Brasil aparece bien más abajo en la lista con un 56.5%.

Los datos presentados por el Ministerio de Salud de Brasil son resultado de una encuesta telefónica realizada con 52,395 personas mayores de 18 años en las capitales de los 27 estados brasileños, entre febrero y diciembre de 2018.

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