El Gobierno de Colombia retrocedió en su propuesta para crear un impuesto a las compras online del exterior.

Según informó La República de Colombia, el Gobierno desechó la iniciativa por el temor de incumplir tratados de libre comercio y posibles sanciones de la Organización Mundial de Comercio.

El objetivo del Gobierno era que este impuesto no afectara las compras cuando el vendedor estuviera residenciado en el país.

El avance de la idea era tal que los cálculos oficiales indicaban que este impuesto podría generar alrededor de $ 250,000 millones de pesos al año (unos US$ 75 millones).

Desde el sector oficial explicaban que la idea era no dejar pasar la oportunidad de ser parte de una tendencia mundial, pues otros países como Hungría (7.5%) y Francia (3%) ya tienen implementado un Impuesto a los servicios digitales (DST por sus cifras en inglés) y otras naciones ya han propuesto la medida aunque aún no esté vigente, como Turquía (7,5%) o Bélgica (3%).

La semana pasada, la Unión Europea anunció su intención de seguir evaluando la imposición de DST para 2020.

“La Unión Europea ya nos abrió la ruta. Las transacciones están todas tasadas, porque se pagan con tarjeta de crédito. De lo contrario se convertirían en una competencia desleal para los colombianos”, comentó a La República el congresista por el Centro Democrático, Óscar Pérez, previo a la decisión del Gobierno de descartar la medida.

Cabe anotar que esta medida era distinta al impuesto a las ventas (19%) que ya se aplica en este país desde el 2018 a las plataformas digitales extranjeras que brindan servicios en Colombia (Uber, Cabify, Netflix, etc.).

Respecto a este segundo caso, el Perú busca aplicar un impuesto similar desde el 2020.

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