Las tropas saludando en tanques durante un desfile militar para celebrar el 90 aniversario de la fundación de la Corea. Ejército Popular Revolucionario en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang. (Foto de KCNA VÍA KNS / AFP)
Las tropas saludando en tanques durante un desfile militar para celebrar el 90 aniversario de la fundación de la Corea. Ejército Popular Revolucionario en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang. (Foto de KCNA VÍA KNS / AFP)

La serie de pruebas de lanzamiento de misiles de Corea del Norte, incluido el récord del miércoles de al menos 23, plantea una pregunta importante sobre su programa de armas: ¿cómo paga el país empobrecido las pruebas aparentemente interminables?

Mientras algunos expertos calculan que cada lanzamiento podría costar entre 2 y 10 millones de dólares, otros dicen que no hay forma de estimar con precisión dado el hermetismo de Pyongyang. Creen que Corea del Norte probablemente fabrica armas a un costo mucho más barato que otros países debido a la mano de obra gratuita y al posible apoyo clandestino de China y Rusia.

Cualquiera que sea la respuesta, no hay señales de que las dificultades económicas del país estén retrasando sus pruebas de armas. En cambio, la andanada de pruebas indica que el líder Kim Jong Un está decidido a demostrar que tiene la capacidad de lanzar ataques nucleares contra Corea del Sur y Estados Unidos para obtener futuras concesiones.

Aquí hay un vistazo a las dimensiones financieras de las pruebas de misiles norcoreanas.

¿CUÁNTO CUESTA CADA PRUEBA?

Corea del Norte lanzó al menos 23 misiles el miércoles y seis más el jueves, lo que se suma a su ritmo récord de pruebas de armas este año. Muchos eran misiles balísticos con capacidad nuclear diseñados para destruir objetivos de Corea del Sur y Estados Unidos.

Es probable que las pruebas incluyan un misil balístico intercontinental Hwasong-17 en fase de desarrollo, misiles tierra-aire y una variedad de misiles balísticos de corto alcance. Norcorea tiene fama de realizar frecuentes pruebas de misiles, pero nunca ha lanzado tantos en un solo día.

Soo Kim, analista de seguridad de RAND Corporation, con sede en California, calcula que el costo de una prueba de misiles norcoreana es de unos 10 millones de dólares, lo que sería más bajo que pruebas similares en otros países, en parte porque la mano de obra norcoreana es barata.

Bruce Bennet, otro experto de RAND Corporation, dijo a Radio Free Asia que los misiles de corto alcance del miércoles costaron entre 2 y 3 millones de dólares cada uno y el costo total del día fue entre 50 y 75 millones de dólares. RFA dijo que la estimación máxima es sobre la cantidad de dinero que Pyongyang destinó para importar arroz de China en 2019 para cubrir la escasez de grano ese año.

Lee Illwoo, un experto de la Red de Defensa de Corea, en Corea del Sur, dijo que es imposible que personas externas calculen con precisión los costos de producción de armas norcoreanas. “No hay forma de que podamos encontrar a qué costo Corea del Norte produce ciertas piezas de armas. Podrían haberlos fabricado ellos mismos, o China podría habérselos dado gratis o a un precio extremadamente bajo”, dijo.

De acuerdo con el Instituto de Análisis de Defensa de Corea, un organismo del gobierno de Seúl, se estima que Norcorea ha gastado hasta 1.600 millones de dólares en su programa nuclear desde la década de 1970. El informe utilizó análisis de programas de desarrollo nuclear en otros países. Algunos observadores no aconsejan usar datos extranjeros porque Pyongyang no tiene que pagar por la mano de obra o la tierra.

¿CÓMO SE FINANCIAN LOS LANZAMIENTOS?

Las dificultades económicas de Corea del Norte han empeorado debido al COVID-19, pero no ha habido informes de disturbios sociales sustanciales o escasez de alimentos.

Su desarrollo de armas es impulsado por un complejo militar-partidista al estilo soviético donde el liderazgo del partido que rodea a Kim Jong Un ejerce un control total sobre las industrias de defensa y enfrenta pocas restricciones presupuestarias para el desarrollo de armas, dijo Hong Min, analista de Instituto de Corea para la Unificación Nacional, en Seúl.

Además del número récord de pruebas con misiles este año, también hay señales de que Corea del Norte está ampliando sus instalaciones de municiones, posiblemente con la idea de producir en masa armas recientemente desarrolladas, dijo Hong.

Soo Kim, analista de RAND Corporation, dijo que es crucial rastrear cómo Corea del Norte financia sus programas de armas a pesar de las sanciones económicas lideradas por Estados Unidos y su aislamiento autoimpuesto.

“Aquí es donde entran en juego las actividades que violan las sanciones, incluida la reciente incursión (de Corea del Norte) en el ciberdelito y la piratería de criptomonedas”, dijo. “Y, por supuesto, tener socios dispuestos en Beijing y Moscú que ayudan a violar las sanciones, también ayuda a que prospere el desarrollo de armas del régimen”.

Hong dijo que la guerra de Rusia en Ucrania parece haber abierto una nueva oportunidad para Norcorea en medio de las acusaciones de Washington de que el Norte está enviando de manera encubierta una cantidad “significativa” de proyectiles de artillería a Rusia. Hong dijo que, a cambio, Corea del Norte puede buscar transferencias de tecnología rusa y los suministros necesarios para expandir sus capacidades militares.

¿QUÉ GANA COREA DEL NORTE?

Cada una de las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte brinda a sus científicos “datos valiosos” sobre el desarrollo de armas y también ayuda a consolidar el liderazgo de Kim Jong Un mientras sacude la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos, de acuerdo con Kim Taewoo, exjefe del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, con sede en Seúl.

“Algunas personas dicen que deberíamos dejar que Corea del Norte siga disparando misiles hacia el mar para que agoten sus recursos. Pero yo diría que es una opinión extremadamente ingenua”, señaló.

La prensa surcoreana informó que el lanzamiento del Hwasong-17 el jueves fracasó porque no siguió un vuelo normal y cayó al océano después de una separación por etapas. En la prueba anterior, en marzo, el Hwasong-17 explotó poco después del despegue.

“El misil está en desarrollo. Por lo tanto, no es el momento de decir que su lanzamiento fue un fracaso y reírse de él”, explicó Lee, de la Red de Defensa de Corea. “Esta vez, el misil tenía una separación por etapas y creo que han logrado un gran progreso tecnológico”.

Corea del Norte ha argumentado que sus pruebas de misiles son una advertencia contra una serie de ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur que considera un ensayo de invasión. Considerando eso, es probable que las pruebas norcoreanas sigan ya que Washington y Seúl realizan simulacros regularmente.

Se estima que Corea del Norte tiene unos 1.000 misiles balísticos, más que suficientes para continuar su campaña de presión hasta las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 para tratar de obtener el alivio de las sanciones y otras concesiones, dijo Go Myong-hyun, analista del Instituto Asan de Estudios Políticos, en Seúl.

“Lo que Corea del Norte quiere demostrar antes de 2024 es que su arsenal de armas nucleares está muy avanzado, que se ha completado y representa una amenaza mucho más importante que antes”, indicó Go. “Es crucial para ellos mantener esa percepción de amenaza con Estados Unidos y no se van a calmar de improviso”.

Fuente: AP