Cada día 5,000 venezolanos dejan su país debido a la crisis, según informe de la OEA

Diario La República (Colombia)
Red Iberoamericana de Diarios Económicos (RIPE)

Al menos cuatro millones de venezolanos se han marchado de su territorio, lo que representa 13% de la población total del país vecino. Esta crisis humanitaria, sin precedentes, es solo comparable con la de Siria, que ha padecido una guerra por más de ocho años. Precisamente después de ese país, que registra 6,5 millones de refugiados; y de Afganistán, con 6 millones de personas; Venezuela es el tercer flujo de migrantes más grande del mundo.

Así lo reveló el informe del Grupo de Trabajo de la OEA para abordar la crisis de migrantes y refugiados venezolanos en la región presentado ayer durante la edición 49 de la Asamblea General de ese organismo multilateral que se realiza en Medellín.

El país con más migrantes venezolanos es Colombia con 1,3 millones de personas. Le siguen Perú (768.100), Chile (288.200), Ecuador (263.000), Brasil (168.300), Argentina (130.000), Panamá (94.400), Trinidad y Tobago (40.000), México (39.500), Guyana (36.400), República Dominicana (28.500), Costa Rica (25.700), Uruguay (8.600) y Paraguay (5.000).

“Es muy preocupante porque esta migración es la de mayor tasa de crecimiento en el tiempo. La atención de esta migración está excediendo las capacidades de respuesta a nivel local y nacional en, al menos, 22 departamentos del país”, dijo el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo.

La situación en otros territorios es tan compleja que en islas como Curazao (donde hay 26.000 migrantes del país vecino) y Aruba (16.000), los venezolanos que han ingresado a esos territorios ya representan 15% de la población total de esos países de la región.
El informe destacó, además, que a pesar de que Venezuela no padece un conflicto bélico ni una catástrofe natural, 5.000 venezolanos huyen a diario de su país. Esta sería la primera migración por el fracaso de un modelo económico.

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“La OEA ha planteado repetidamente a los estados miembros que adopten medidas que permitan el mejor trato a los venezolanos. Las posiciones firmes que han mostrado los países de la región frente a la dictadura es directamente proporcional a la solidaridad para recibir venezolanos”, dijo Luis Almagro, secretario General de la OEA durante la presentación del informe en Medellín.

Para el Grupo de Trabajo de la OEA, creado en septiembre de 2018, las causas de la migración venezolana son diversas y se compilaron en el estudio a través de testimonios de venezolanos desplazados de manera forzosa, consultas con la sociedad civil e información suministrada por los gobiernos de países receptores son la crisis humanitaria.

Las principales razones son: la escasez de alimentos y medicamentos; el colapso económico, reflejado en una hiperinflación de 10.000.000%; la violación sistemática y generalizada a los derechos humanos, con persecución, represión, control social y delitos de lesa humanidad; las fallas en el suministro de servicios básicos, como electricidad, agua y gas; y la violencia generalizada. En este último punto se identificó que la tasa de homicidios en Venezuela es de 81 personas por cada 100.000 habitantes.

“Uno de los desafíos más grandes de quienes huyen de Venezuela es su derecho a la identidad. Una de las recomendaciones en el informe es implementar una tarjeta de identidad regional para que los venezolanos puedan desplazarse de un país a otro”, agregó Almagro.

Para los investigadores, si las condiciones no cambian para el pueblo venezolano, se calcula que para finales de 2019 pueden ser entre 5,3 millones y 5,7 millones los migrantes y refugiados venezolanos. Para 2020, esta cifra puede llegar a entre 7,5 millones y 8,2 millones.

La OEA reconoció el esfuerzo de los países de la región al implementar instrumentos legales para otorgarles protección temporal a cerca de 1,8 millones de venezolanos. Esa condición les permite acceso a salud, educación y oportunidades para insertarse en los mercados laborales. Sin embargo, advierten que dos millones de venezolanos están en condición irregular o corren el riesgo de estarlo pronto.