Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y una decisión polémica sobre aranceles. (Foto: AFP)
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y una decisión polémica sobre aranceles. (Foto: AFP)

En su campaña presidencial, recorrió regiones industriales del centro del país presentándose como el salvador de los hombres y mujeres “olvidados” en comunidades donde habían cerrado fábricas y mucha gente se había quedado sin trabajo.

Ahora presidente, se arriesga a provocar una guerra comercial con tal de cumplir una promesa hecha a los votantes que lo pusieron en la Casa Blanca.

Su decisión se y acero va en contra del sentir de la mayoría del Partido Republicano, de prominentes agrupaciones empresariales e incluso de algunos de sus propios asesores, que advierten que el tiro podría salirle por la culata y disminuir el crecimiento en un año electoral. Según analistas económicos, algunas de las comunidades que podrían resultar más golpeadas por una guerra comercial son las mismas que el mandatario dice querer ayudar.

Esos argumentos, sin embargo, no tuvieron demasiado eco en durante la feroz batalla sobre el tema librada en la Casa Blanca. Finalmente Trump impuso su parecer y el jueves firmó un decreto imponiendo las tarifas, acompañado por obreros metalúrgicos, algunos de ellos con sus cascos, que elogiaban su decisión.

“Cumplí una promesa hecha durante la campaña”, dijo Trump.

Llamativamente, ningún legislador republicano asistió a la ceremonia en la Casa Blanca.

Funcionarios y ex funcionarios de la Casa Blanca a menudo describen al mandatario como alguien decidido a cumplir sus promesas de campaña, incluso si esas decisiones no son bien vistas por la mayoría de la población. En público y en privado, sigue recordando sus victorias de hace 16 meses en estados tradicionalmente demócratas como Pensilvania, Wisconsin y Michigan, donde obreros blancos fueron clave. Probablemente necesito de nuevo ganar esos estados para ser reelegido en el 2020.

En Pensilvania, tanto el candidato republicano como el demócrata que participan en una votación especial por una banca en la Cámara de Representantes apoyan en términos generales la adopción de los aranceles. Esa votación está programada la semana que viene.

Pero la mayoría de los legisladores republicanos se oponen a esa política. También ellos hacen cálculos electorales. Los republicanos no han logrado progresos en muchos de sus temas prioritarios en el Congreso y basan sus expectativas en una economía robusta y en la creciente popularidad de la reforma fiscal para hacer frente a un partido Demócrata revitalizado por su oposición a Donald Trump.

Sin embargo, temen que una guerra comercial anule todos los logros económicos y los debiliten de cara a los comicios de mitad de término de fin de año.

El senador republicano Ron Johnson sostuvo que las tarifas son “una medida muy riesgosa” que podría comprometer muchos empleos en el campo y en el sector industrial.

“No estoy muy seguro de que haya ganadores en las guerras comerciales”, expresó Johnson. “Puede haber gente que pierda menos que otra”.

El líder de la cámara baja Paul Ryan emitió un inusual comunicado expresando su oposición al presidente en este terreno. “No estoy de acuerdo con esta medida y me preocupan sus consecuencias involuntarias”.

Ya desde antes de incursionar en la política Trump despotricaba contra lo que consideraba políticas comerciales injustas que hacían vulnerable a la economía y los trabajadores estadounidenses. En su campaña presidencial prometió imponer aranceles a las importaciones y retirar a Estados Unidos de acuerdos multilaterales de libre comercio.

Pocas horas antes de que Donald Trump firmase su decreto, 11 países de la cuenca del Pacífico firmaron un acuerdo comercial del que se había retirado Estados Unidos. El acuerdo había sido negociado por el gobierno de Barack Obama y era apoyado por el grueso de los líderes republicanos.

Analistas económicos afirman que una disputa comercial derivada de los aranceles puede perjudicar a las comunidades que apoyaron a Trump en el 2016. Un estudio de la Brookings Institution del año pasado indicó que las regiones que votaron por Trump son más dependientes de las exportaciones, que podrían verse afectadas por represalias de otras naciones.

Trump grava acero y aluminio pese a advertencias mundiales

Trump: Armar a maestros tendría efecto disuasivo contra tiroteos