Acero
Acero

Con la propuesta del presidente de proteger el estadounidense es posible que los estadounidenses sientan una especie de déjà-vu.

Existe un compendio de estrategias anteriores que puede dar una idea de lo que puede pasar. El que Trump ha indicado para las importaciones de acero es en realidad inferior al arancel temporario de 30% que lanzó George W. Bush en marzo del 2002 contra los productos de acero plano, barras de acero laminado en caliente y barras conformadas en frío.

Bush también impuso aranceles de hasta un 15% a otros productos que se consideraban perjudiciales para la industria siderúrgica local.

Los aranceles del 2002 -inicialmente pensados para desaparecer totalmente en el plazo de tres años- terminaron en realidad a fines del 2003 cuando las compañías volvieron a ser rentables y surgieron amenazas de acciones en represalia.

Las restricciones estaban repletas de excepciones, tanto para países como , como para productos específicos. Pero sí tuvieron al menos un impacto pequeño en el comercio, el crecimiento y, posiblemente, los empleos.

A continuación, un breve análisis de la bibliografía económica sobre cómo fueron las consecuencias.

Impacto económico
Según un análisis mencionado con frecuencia, los aranceles tuvieron un costo de casi 50,000 empleos en las industrias productoras de metales, maquinarias y equipos y 197,000 empleos perdidos en industrias de consumo de acero -más que las 187,500 personas empleadas en el sector siderúrgico en su conjunto--. Pero es fundamental señalar que el ensayo que llegó a esa conclusión provino de un grupo lobista favorable al intercambio comercial.

El análisis del Peterson Institute confirmó en líneas generales que se habían perdido empleos. The American Iron & Steel Institute cuestionó las conclusiones, sosteniendo que, a decir verdad, se habían sumado empleos.

Impacto comercial
¿Otro lugar del que mordió la política de Bush? El comercio. La política generó una reducción del 13.5% en el valor de las importaciones estadounidenses de acero en categorías selectivas de productos durante el año posterior a su implementación, con un costo cercano al equivalente de US$ 700 millones del intercambio comercial respecto del año anterior.

La magnitud fue probablemente “muy poco uniforme en las fuentes de exportación y las categorías de productos”, dado que algunos países exportadores y muchos productos de empresas específicas quedaron exentos, según este ensayo. De acuerdo con las estimaciones de Brown, las importaciones de productos siderúrgicos protegidos contra productores extranjeros que no recibieron exclusiones especiales cayeron 30%.

Impacto en la industria
No obstante, el efecto en la industria en general no fue el previsto. Apenas entraron en vigencia los aranceles de Bush, el acero estadounidense mostró signos de mejora en tanto los precios repuntaron y las compañías volvieron a tener rentabilidad -pero dichas mejoras probablemente tuvieron poco que ver con la política.

Los factores que ayudaron al sector fueron una capacidad de producción en baja y condiciones macroeconómicas cambiantes. La depreciación del dólar y la demanda de China también contribuyeron a elevar los precios, aunque esto último llegó con demora: los ejecutivos esperaron hasta estar seguros de que el mayor apetito no sería transitorio.

Relevancia
De más está decir que el sector siderúrgico en el 2018 no es igual al protegido por Bush en el 2002. Desde entonces, China se ha convertido en un exportador importante, manteniendo bajos los precios del acero en el mundo. No obstante, el efecto económico quizá sea similar: mínimo.