Donald Trump
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El presidente Donald Trump puede obtener la pausa en la subida de las tasas de interés de la Reserva Federal que desea, en vista de que sus ataques al banco central y el cierre gubernamental agitan los mercados de valores y reducen los pronósticos de crecimiento económico para el 2019.

El S&P 500 cayó un 2.7% en la víspera de navidad, lo que llevó a las acciones estadounidenses al borde de un mercado bajista tras una caída de casi 20% desde su pico de setiembre. Las acciones subieron el miércoles, rompiendo una racha de cuatro días de pérdidas.

La última caída se produjo después de que Bloomberg News informara el 21 de diciembre que el presidente había discutido el despido del presidente de la Fed, Jerome Powell, luego de la decisión del órgano el 19 de diciembre de elevar las tasas de interés por cuarta vez este año.

Los funcionarios de la Fed acompañaron el aumento con una señal de que probablemente reducirían el ritmo de los aumentos en 2019. Sin embargo, ofrecieron un pronóstico económico sólido, con un objetivo de crecimiento de 2.3% para el próximo año, según su estimación mediana. También dijeron que esperan que la tasa de desempleo promedie 3.5% en los últimos tres meses del próximo año. El pronóstico aún justifica otros dos aumentos de tasas en 2019, aseguraron.

Sin embargo, es probable que esa perspectiva se vea moderada por la volatilidad del mercado, ya que la caída de las acciones afecta el consumo al reducir la riqueza de los hogares.

La confianza de las empresas se ve afectada a medida que aumenta la volatilidad, incrementa el costo del capital y la incertidumbre sobre las políticas gubernamentales –ya sea una guerra comercial o un ataque a la Fed– frustra la inversión.

Julia Coronado, fundadora de Macropolicy Perspectives en Nueva York, considera probable que la caída de las acciones disminuya las previsiones de crecimiento para el 2019 y posiblemente posponga cualquier alza adicional de la Fed hasta la segunda mitad de ese año.

"Es muy probable que la débil confianza que refleja esta corrección del mercado afecte la inversión y la contratación", afirmó.

El exsecretario del tesoro Lawrence Summers disparó más alarmas el miércoles, al tuitear que la probabilidad de una recesión en su opinión había aumentado a 60%, en comparación con "un poco menos del 50%" antes de diciembre. No ofreció explicaciones para la base de su estimación.

Otros economistas, sin embargo, todavía no están convencidos de que el mercado haya entrado en un territorio que obligue a la Fed a indicar un alto inmediato a los futuros movimientos de tasas.

"El umbral de la Fed para reaccionar a este tipo de cosas es realmente muy alto", aseguró Thomas Simons, economista sénior en Jefferies LLC, en Nueva York, porque el banco central quiere evitar darles a los inversionistas la impresión de que vendrán a su rescate si se desploman las acciones. "Tienes que volver a 1987 para encontrar un momento en que el mercado de valores haya influido significativamente en la política monetaria".

Además, explicó Simons, los factores técnicos, incluidas las órdenes de venta impulsadas por consideraciones fiscales y el bajo volumen de final de año, podrían estar exagerando la caída en picada de las acciones . "El primer par de semanas de enero dirá si esta venta en diciembre estuvo relacionada con factores técnicos o fundamentales", dijo.

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