Españoles moderan gastos, ponen en creciente peligro la economía

Los consumidores fueron la clave de la recuperación económica española, pero eso quizás esté a punto de cambiar. La transformación económica del país comenzó en el 2014, cuando un mercado de trabajo que mejoraba y una inflación en baja dieron a los hogares más efectivo para gastar, generando años de una demanda más fuerte. La economía española siguió su avance, creciendo a un ritmo de más de 3%.

Pero en este momento hay indicios de que el gasto podría enfriarse, reemplazando al fallido intento separatista de Cataluña como mayor riesgo para la economía española. Y la salud financiera de los compradores es importante.

El consumo privado continúa siendo el mayor componente del producto interno bruto dado que representa más de la mitad de la producción total.

“Algunos vientos de cola están amainando”, dijo Ángel Talavera, economista principal de Oxford Economics en Londres. “El ritmo de creación de empleo bajará al caer la tasa de desempleo, los salarios han permanecido estancados y la tasa de ahorro para las familias está cercana a un mínimo histórico”.

Talavera predice, no obstante, que el crecimiento alcanzará así y todo 2.8% este año, superando la estimación más moderada de 2.4% del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las ventas minoristas en enero no alcanzaron las estimaciones y el crecimiento se frenó en el cuarto trimestre del año pasado. La cifra es preliminar, pero un informe completo a conocerse en marzo daría más pistas sobre el estado de la recuperación.

Como los salarios se mantienen sin cambios, los consumidores ahorran menos y encuentran menos razones para salir a derrochar. La inflación, pese a seguir siendo moderada, también ha subido desde los niveles bajísimos de hace tres años.

Esto significa que la economía probablemente necesite más combustible de las inversiones y las exportaciones para mantener el ritmo, pero eso podría resultar difícil de lograr, dice Talavera.