(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Pese a la moda de las hamburguesas hechas con carne de laboratorio y proteína vegetal, los estadounidenses se disponen a comer más carne que nunca en 2018.

Para ser precisos, el consumidor promedio comerá 222,2 libras (100.8 kilos) de carnes rojas y de ave este año, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), superando así el récord establecido en 2004.

Mientras tanto, la producción nacional superará por primera vez los 100,000 millones de libras, al tiempo que los ganaderos aumentan sus rebaños gracias al bajo precio de los granos para pienso.

Aunque la medida per cápita del USDA no es una verdadera medición del consumo, sirve como una representación común. Muestra que la demanda de huevos también alcanzará un máximo histórico en 2018. Los productos lácteos como el queso y la mantequilla también han ido creciendo en popularidad.

"Si vemos los artículos que los consumidores dicen que quieren más en su dieta, las proteínas encabezan la lista", dijo David Portalatin, asesor de la industria alimentaria en Houston de NPD Group.

Muchos estadounidenses están evitando activamente los carbohidratos y favoreciendo las proteínas, aunque cualquier beneficio para la salud puede ser contrarrestado por el gran volumen de carne, huevos y productos lácteos que se consumen.

Mientras el gobierno recomienda que los adultos consuman de 5 a 6,5 onzas (de 141 a 184 gramos) de proteína al día, el USDA proyecta que una persona promedio comerá casi 10 onzas diarias de carne roja y de ave en 2018.

Es un cambio radical frente al periodo del 2007 al 2014, cuando la demanda per cápita de carne roja y de aves de corral cayó 9% mientras que la creciente demanda de etanol a base de maíz y la sequía elevaron fuertemente los precios del bien básico.

Aunque el ganado bovino y porcino ahora es mucho más barato que el precio máximo que alcanzó en 2014, los precios aún podrían repuntar.

Las exportaciones de carne roja de EE.UU. se han disparado a medida que la economía mundial mejora, superando los aumentos de la demanda interna.

Los sustitutos de la carne han llamado la atención en los últimos años en medio de las preocupaciones sobre el impacto de una dieta carnívora en la salud, el bienestar animal y el medio ambiente. Por ejemplo, la firma con sede en Chicago Epic Burger Inc. comenzó a vender el año pasado Beyond Burger, una hamburguesa vegetal que se parece a la carne.

La proteína de las plantas, los insectos o la carne cultivada son algunas de las principales tendencias alimenticias a las que hay que prestar atención, aunque no se espera que la categoría melle de manera significativa por ahora las ventas de productos de origen animal, según un informe de noviembre de CoBank.

"En 10 años más, habrá un mayor consumo de plantas, pero la carne siempre será la reina", dijo el fundador de Epic Burger, David Friedman.

"La gente siempre está buscando poner más proteína en sus dietas. Pero quieren alta calidad y transparencia sobre los alimentos que están comiendo", dijo.