Celia da Costa Gomes, residente de la favela de Paraisopolis, camina a casa con sus hijos después de recibir una comida, en Sao Paulo, Brasil, el 28 de enero de 2021. (Foto de NELSON ALMEIDA / AFP)
Celia da Costa Gomes, residente de la favela de Paraisopolis, camina a casa con sus hijos después de recibir una comida, en Sao Paulo, Brasil, el 28 de enero de 2021. (Foto de NELSON ALMEIDA / AFP)

Entre el 2019 y 2021 la cantidad de personas con hambre aumentó en 13.2 millones a 56.5 millones en América Latina y el Caribe, por el encarecimiento de los productos básicos y el aumento de la pobreza extrema, indicó este martes un informe de CEPAL, FAO y WFP.

El número de personas en la región que padecen hambre aumentó en 13.2 millones, hasta llegar a 56.5 millones”, dice el informe elaborado “en respuesta a la crisis alimentaria mundial”, y presentado por las tres instituciones de la ONU en Santiago.

En tanto, en el 2021 la inseguridad alimentaria afectó al 40.6% de la población de la América Latina y el Caribe. Un total de 267.7 millones de personas se vieron afectadas; 62.5 millones más que en el 2019.

Según el informe, “el aumento de la inflación de alimentos y de la pobreza extrema es uno de los factores que incrementan la inseguridad alimentaria y el hambre”.

La inflación de los alimentos “aumenta el riesgo de hambre” y el alza del precio internacional de los productos básicos, cuyo aumento promedio alcanzó un 11.7% en septiembre pasado, se traspasa a los consumidores.

La Cepal estima que la incidencia de la pobreza extrema en la región aumentaría 0.2 puntos porcentuales en el 2022 y podría alcanzar a las 81.8 millones de personas.

El informe también sostiene que las diversas crisis internacionales de los últimos 15 años, han comprometido el acceso de la región a los alimentos y a insumos claves como los fertilizantes para la agricultura regional.

El hambre aumentó en la región en un 30% entre el 2019 y 2021. La alta dependencia de la importación de fertilizantes y la variación de los precios de los alimentos tiene un impacto negativo e inevitable en los medios de vida, principalmente de la población rural, y en el acceso a una dieta saludable”, dijo Mario Lubetkin, representante regional de la FAO.

Lubetkin recomendó fortalecer los sistemas de protección social en las zonas rurales, particularmente orientados a agricultores familiares, y eliminar las restricciones al comercio internacional de alimentos y fertilizantes ya que serán medidas clave en el proceso de respuesta a la actual crisis.

Fuente: AFP