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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo que el aumento de los casos de COVID-19, las nuevas variantes del virus y las medidas para contenerlo suponen un “importante riesgo a la baja” para la actividad económica de la eurozona.
En una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara, Lagarde defendió que en este contexto es “esencial” que se mantenga una política monetaria acomodaticia.
Lagarde afirmó que, pese a que el comienzo de la vacunación en la eurozona “da una esperada luz al final del túnel”, el repunte de casos de coronavirus, sus mutaciones y las estrictas medidas de contención son un importante riesgo a la baja para la actividad económica, al tiempo que la economía sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia y persiste la incertidumbre sobre cómo evolucionará esta.
No obstante, apuntó, el BCE espera que una vez que las medidas sean retiradas y la incertidumbre disminuya “la recuperación sea apoyada por condiciones de financiación favorable, políticas fiscales expansivas y una recuperación de la demanda”.
Por el lado de la inflación, dijo, el emisor de la eurozona cree que, pese al marcado aumento en enero, la tasa sigue baja y, si bien esperan que la inflación subyacente aumente más en los próximos meses, esta seguirá siendo “débil” debido a la baja demanda, la presión a la baja de los salarios y la apreciación del tipo de cambio del euro.
“En este entorno, una política monetaria acomodaticia sigue siendo esencial”, dijo Lagarde, añadiendo que esto asegurará que las condiciones de financiación siguen siendo favorables, lo que a su vez reduce la incertidumbre sobre el acceso a la financiación y aumenta la confianza.
Frente a la pandemia, el BCE ha puesto en marcha un programa de compra de deuda de emergencia por un total de 1.85 billones de euros hasta marzo del 2022 y ampliado sus operaciones de refinanciación a largo plazo.
La presidenta del BCE insistió además en que esta tarea tiene que seguir siendo apoyada por la política fiscal a nivel nacional y europeo, que “sigue siendo crucial para impulsar la recuperación en la eurozona y abordar el impacto de la pandemia.
No obstante, matizó que este apoyo debe ser “específico y centrado en las medidas que más conduzcan al crecimiento económico”.
En este sentido, consideró que si se pone en marcha como está previsto, el Fondo de Recuperación de la Unión Europea “podría impulsar el crecimiento ya este año”.