Brasil alista un plan para agilizar la venta de activos controlados por el Estado y las asociaciones con empresas privadas, como parte de la ofensiva del presidente orientada a reducir el sector público y generar inversiones.

El Gobierno Federal pondrá al banco de desarrollo BNDES a cargo de organizar y pagar los estudios de factibilidad, que son obligatorios para las ventas y subastas de activos y cruciales para su éxito. El BNDES también podrá contratar empresas de consultoría externas según su capacidad técnica, no solo el precio.

“El banco usará sus propios recursos”, señaló Martha Seillier, secretaria especial del Programa de Asociaciones e Inversiones del gobierno, en una entrevista en Brasilia. “Si la subasta tiene éxito, recaudará una suma para pagar por los servicios”.

espera recaudar 1.3 billones de reales (US$ 323,000 millones) en los próximos años a través de subastas de licencias para operar infraestructura como aeropuertos, pozos petroleros y puertos, y también a través de la privatización de empresas estatales como el servicio postal y la Casa de Moneda. Esas ventas representan una pieza central tanto de la política económica de Bolsonaro como de los esfuerzos para potenciar el sector privado y medios locales han informado que el mandatario exige resultados más rápidos en esta área.

Seillier, de 35 años, se hizo cargo de la secretaría especial con la misión de optimizar los modelos de subastas y fomentar las inversiones en la economía más grande de América Latina. Anteriormente fue titular del operador aeroportuario estatal brasileño Infraero y ayudó al expresidente a redactar las reformas del mercado laboral y del sistema de seguridad social del país.

"Deberíamos invertir el 5% de nuestro producto interno bruto en infraestructura” y no el 1,7% actual, afirmó Seillier. Agregó que la única forma en que el gobierno puede aumentar las inversiones es a través de alianzas con el sector privado.

"Hoy el Estado brasileño es totalmente incapaz de invertir", aseguró. "Nuestra capacidad de inversión es suprimida por los gastos recurrentes".

Se espera que el gobierno de Brasil presente en el transcurso del miércoles una lista de 17 empresas públicas que se venderán en los próximos meses.

Seillier agregó que está trabajando en un proyecto piloto para una asociación público-privada que involucra a 4,000 guarderías en que quedaron sin terminar debido a la falta de recursos. El plan es confiar en una empresa privada que complete la construcción, el amueblamiento y la operación de las guarderías.

Una vez que los centros estén terminados, el gobierno compensará a esa empresa según la cantidad de niños que asistan. Si el proyecto piloto tiene éxito, puede replicarse en clínicas públicas y salas de emergencia, explicó.