Joe Biden. (Foto: AFP)
Joe Biden. (Foto: AFP)

El presidente de , y su colega chino, , sostuvieron su primera conversación telefónica como líderes y parecieron estar en desacuerdo en la mayoría de los asuntos, a pesar de que Xi advirtió de que la confrontación sería un “desastre” para ambas naciones.

Mientras que Xi ha hecho un llamamiento a la cooperación en el que todos salgan ganando, Biden ha calificado a como el “competidor más serio” de Estados Unidos y ha prometido “competir mejor” con Pekín.

En el transcurso de un encuentro en el Despacho Oval con un grupo bipartidista de senadores estadounidenses para debatir la necesidad de mejorar las infraestructuras de Estados Unidos, Biden que hay que elevar el nivel ante el desafío chino.

Biden dijo que habló con Xi durante dos horas el miércoles por la noche y advirtió a los senadores: “Si no nos movemos, se van a comer nuestro almuerzo”.

“Están invirtiendo miles de millones de dólares en toda una serie de cuestiones relacionadas con el transporte, el medio ambiente y otras cosas. Tenemos que dar un paso adelante”, agregó.

La Casa Blanca dijo que Biden recalcó a Xi que es prioridad para Estados Unidos preservar un Indo-Pacífico libre y abierto, una región en la que Estados Unidos y China son grandes rivales estratégicos.

La Casa Blanca dijo que expresó su preocupación por las prácticas comerciales “coercitivas e injustas” de Pekín, así como por cuestiones de derechos humanos, incluida la represión en Hong Kong y el trato a los musulmanes en Xinjiang, y sus acciones cada vez más asertivas en Asia, incluso hacia Taiwán.

Todas las cuestiones de derechos que mencionó Biden son aquellas en las que Pekín ha dicho explícitamente a Washington que debe mantenerse al margen.

Xi le dijo a Biden que la confrontación sería un “desastre” y que las dos partes deberían restablecer los medios para evitar los errores de apreciación, según el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

Xi mantuvo un tono de línea dura en relación con Hong Kong, Xinjiang y Taiwán, que, según dijo, son asuntos de “soberanía e integridad territorial” que espera que Estados Unidos aborde con cautela.

La llamada fue la primera entre los líderes de China y Estados Unidos desde que Xi habló con el expresidente Donald Trump el pasado 27 de marzo, hace casi 11 meses. Desde entonces, las relaciones entre las dos mayores economías del mundo se han deteriorado hasta su peor situación en décadas.