En Bosnia, después de la guerra en la década de 1990, los residentes se pusieron a reconstruir un puente de 400 años antes de arreglar sus propios techos.

En Nepal, la reparación de los sitios históricos de la nación reunió a la gente después de los devastadores terremotos del 2015.

Estas son lecciones fundamentales, según un informe publicado el lunes por el y la .

El patrimonio cultural debe considerarse una prioridad en la reconstrucción de ciudades después de un conflicto o desastre natural, pero a menudo carece de estrategias locales e internacionales, dijeron los expertos.

Sin embargo, en muchos casos es una tarea difícil cuando se destruyen casas, sistemas de agua y más, y se interrumpe la vida de una ciudad, dijo Sameh Wahba, del Banco Mundial.

"En una ciudad como Mosul, (Irak), el 80% a 90% de la ciudad está demolida. Las presiones sobre la reconstrucción son tan inmensas que lo último en lo que muchos pensarán es en adoptar un enfoque que podría terminar retrasando" la recuperación, dijo Wahba antes de la publicación del informe.

Pero eso constituye una "brecha" estratégica, dijo Wahba a la Fundación Thomson Reuters, que puede tener un impacto económico y un riesgo que genere que un proceso de reconstrucción margine a las comunidades locales.

"Se trata de consultar ampliamente, asegurar que la sociedad esté representada, pero también sobre la libertad de expresión cultural, no permitir que una comunidad prevalezca sobre otra, y traducir esas voces en un sentido de lugar", sostuvo Wahba.

Señaló un puente histórico en Mostar, Bosnia, que fue destruido en 1993 durante la guerra, donde los habitantes locales dieron prioridad a la reconstrucción de la estructura antes que a sus propias viviendas, como un símbolo de una comunidad recuperada.

"En lugares como Mostar, el proceso de reconciliación en realidad dependía de la identificación de los hitos culturales que podrían unificar a las comunidades", dijo.

Del mismo modo, el informe señala cómo después de que los terremotos del 2015 destruyeran sitios históricos en todo Nepal, la reconstrucción de estos sitios "se convirtió en una fuerza unificadora, creando un sentido de esperanza".

"Proteger el patrimonio mundial es un camino hacia la paz", dijo Nadia Al-Said, gerente de programas del Instituto Internacional de la Paz.

"Si eliminas ese elemento, ¿qué nos queda para unirnos? Nada", agregó.

Pero como la reconstrucción de la herencia cultural puede ser difícil de defender como una prioridad en situaciones en que las personas están traumatizadas y hambrientas, Al-Said enfatizó la importancia de crear conciencia social sobre la relevancia de la cultura local antes de que ocurra un conflicto o un desastre.

"Eso hace que las personas comprendan la importancia de dónde están, quiénes son y por qué es importante proteger su patrimonio", dijo.

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